Historias Y Mini Historias

Viviendo juntas

(Fanfic Korrasami)

NOTA: Los personajes utilizados en esta historia no me pertenece, todos los derechos a su respectivo autor y creador de la serie.

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Era un día como cualquier otro en la la granja Wolfer, el sol se elevaba por el horizonte y el gallo cantaba dando inicio a la rutina habitual de la familia, Senna como siempre fue la primera en levantarse pues tenía que preparar el desayuno para su familia, antes de poder empezar a preparar los alimentos debía salir a recolectar los huevos, dos por cada miembro de la familia, luego debía pasar a ordeñar a una de las vacas y bajar unas cuantas naranjas para un jugo, terminada esa labor podía volver a la casa y pasar a su huerta a cortar unas cuantas verduras, y para cuándo regresaba a la cocina Korra ya se encontraba saliendo de la ducha mientras que Tonraq apenas se levantaba de la cama, la familia era pequeña pero trabajadora y felíz, cada uno conocía su labor en la granja cuando no tenían otras actividades.
Si, todo marchaba con total normalidad, poco se esperaban la gran noticia que cambiaría su apacible vida. Korra Wolfer es una chica amable de campo de 18 años, inteligente y toda una atleta inhata gracias al arduo trabajo que hace en la granja, recién graduada de la preparatoria Tribu agua del sur y en espera a los resultados de admisión a las diferentes universidades a las que se había inscrito.

-"Buenos días, mamá" - Saludó la morena con un beso en la mejilla a su progenitora
-"Buenos días cariño, ¿Ya se levantó tu padre?" - Preguntó la mujer mayor sacando el sartén del fuego
-"Sip, bajará dentro de poco ¿Mamá, no sabes si ya pasó Kuruk?"

Korra se mostraba emocionada y su madre conocía la razón, no respondió con palabras pero si dándole una sonrisa.

-"¿Qué? Debo estar atenta, en estos días debe llegar algo" - Explicó encogiéndose de hombros y tomando una manzana de la mesa
-"Korra, apenas son las 6 de la mañana, Sabes que Kuruk no viene sino hasta las 10" - Respondió sirviendo los huevos revueltos en los platos que había puesto con antelación en la mesa - "Aparte, no se que te preocupa, sabes que aún tienes un lugar en laguna de las universidades locales"

Senna al igual que Tonraq querían que su hija saliera adelante, que tuviera la oportunidad que ellos no tuvieron, pero la idea de tenerla lejos no les agradaba, no conocían a nadie que pudiera cuidar de su pequeña y ellos no estarían para ella si algo le pasaba.

-"Si, lo sé, Katara lo dejó muy en claro cuando salí de la prepa, pero no es para mí, yo quiero estudiar algo diferente a la medicina, y todas las universidades del Loto Blanco se especializan en medicina"
-"Eso es cierto, y te iría muy bien en la que hay en el pueblo" - Comentó el hombre de la familia entrando a la cocina - "¿Entonces ya decidiste estudiar en la universidad del Loto Blanco?" - Preguntó sentándose a un costado de su hija

Korra sabía bien el porque la querían mantener recluida en ese pequeño pueblo en desarrollo y lo comprendía pero eso no era lo que ella quería, era consciente de los problemas económicos que sufría su familia y pensaba que si lograba conseguir ser aceptada en una universidad del exterior en alguna gran ciudad sería capaz de trabajar y ayudarles a resolver ese problema, pero también sabía que si les decía eso ellos se negaron y menos la dejarían ir si era aceptada, los amaba y odiaba mentirosa pero no le quedaba otra opción.

-"No papá, no voy a estudiar medicina a menos que sea mi última opción" - Expresó tomando los cubiertos que su madre le había dejado para que comiera
-"Aún estás reacia a quieres estudiar fuera ¿Verdad?" - Dijo Tonraq con seriedad mientras servía el jugo en los tres vasos
-"No hay cosa que quiera más"

Tonraq miró a Senna con preocupación, Korra permanecía concentrada en sus alimentos que no prestó atención. El desayuno fue corto pues debían realizar sus tareas antes de que se hiciera tarde, el sol aún no quemaba y debían aprovecharlo, la primera en salir fue Korra pues hoy le tocaba limpiar los establos de las vacas y esa no era una tarea fácil, mientras sus padres permanecían en silencio en el interior de la casa.