Historias Y Mini Historias

Amante para mi esposa (tercera parte)

(Fanfic Korrasami)

NOTA: Los personajes utilizados en esta historia no me pertenece, todos los derechos a su respectivo autor y creador de la serie.

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Un año pasó desde la última vez que se vieron, nadie volvió a saber nada de Korra, nadie excepto por Suki que mantenía contacto con Sokka pero por no querer preocupar a su familia se mantuvo callada, supo por parte de Lu Ten lo que había pasado entre su madre y su tía, y de manera comprensiva comenzó a planear junto a él y sus abuelos un reencuentro pues había visto como la chispa momentánea de felicidad que había conseguido en esos meses desaparecer horriblemente y nada mejoraba cuando ellos regresaron a la escuela y les dieron su espacio para reconciliarse.

Asami jamás supo que relación tuvieron sus padres con Korra pero era algo que ya no deseaba saber, después de todo ella ya no formaba parte de su vida, eso se quería hacer creer, no lo conseguía por más que quisiera pues en las noches en las que soñaba con ella y despertaba gritando porque se quedará siempre terminaban cubriéndose con la sudadera que le había dejado y la había salvado, su aroma a pesar de un año seguía presente y lo amaba, aunque al mismo tiempo la hacía sentirse estúpida, se preguntaba cómo hubiera sido si hubiera actuado diferente, aún así frente a los demás demostraba ser algo diferente, pero no podía engañar a sus padres por lo que planeando bien las cosas decidieron darle la respuesta sobre la cercanía que compartían con la mujer Alfa en la siguiente visita que hizo a la mansión Sato, al llegar fue directo a la oficina de su padre y lo escuchó hablar por teléfono por lo que tomó asiento en espera a que fuera su turno de ser atendida por su progenitor.

- Me alegro que les hayas podido arreglar las tumbas querida... ¿ya cuantos años?... 40 y 37, pareciera que fue ayer... como quisiera estar a tu lado y abrazarte para que vieras que tus padres viven a través de nosotros... lo mismo piensa Yasuko... No, no agradezcas, ya te e dicho que eres como una hija para nosotros... espero algún día puedas volver Korra, los niños te extrañan... Oh bueno, entonces suerte...

Suspiro al oír que le colgaba la llamada, Asami sintió su corazón acelerarse al escuchar de la mujer Alfa después de tanto tiempo, un nudo en su garganta se formó y las lágrimas amenazaban con salir dandole a entender que no importará cuanto pasé, su sentir jamás cambiará y siempre le afectará, Hiroshi se encontraba cansado, llevaba todo ese año tratando de traer de vuelta a Korra sin éxito alguno y no importaba cuántas veces fallaba volvía a intentarlo, aún si no estuviera siguiendo ningún plan, agotado se giró de vuelta a su escritorio y al ver a su hija sonrió.

- Asami, ¿cuánto llevas ahí?
- N-no mucho... ¿Con-con quien hablabas papá?
- Jajaja era una vieja amiga de tu infancia...

Asami se sorprendió a escuchar eso pues según a su parecer ellas no sabían nada la una de la otra antes de lo ocurrido hace un año, este pensar Hiroshi lo notó y sabía de él desde hace mucho pues había dejado de escuchar de su hija ese conocimiento hacía mucho tiempo, tomó las manos de su hija consiguiendo que lo viera a los ojos y le volvió a sonreír cálidamente.

- ¿Si te acuerdas de Korra?

Niega en silencio sintiendo su corazón acelerar, Hiroshi soltó las manos de su hija y buscó en un cajón de su escritorio para luego sacar de el un marco con una foto algo vieja y se la dió a Asami, ella confundida la tomo y al verla su impresión fue mayor, podía reconocer a los cuatro adultos, dos de ellos eran sus padres, pero los otros dos los pudo reconocer al recordar cuando vio las fotos de Korra en su habitación de hotel, pero era más sorprendente ver a las dos niñas de abajo, se reconoció a si misma pues su madre siempre le mostraba fotos de su infancia, pero jamás le mostró esa, en ella estaba montada en la espalda de una niña morena que sólo podía suponer que era Korra, ambas reían, su chispa se veía increíblemente más grande que la que vio en las otras fotos, pero había algo en la foto que la inquietaba.