Capítulo 16

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[GUS]

No jodan, sí que tenía hambre<<

Jen se estiró sobre la cama, por lo consiguiente yo hice lo mismo, y la miré a los ojos.

-¿Te encuentras en tus cinco sentidos para que puedas decirme tu platica con Lidrew?

Torcí lo labios, no por lo que dijo, sino el tono que empleo, despectivo y enfadado.
Sí, era cierto, lo sucedido con Lidrew en aquella habitación de hospital me impactó un poco por lo que terminé aceptando al invitación de Lucker al último momento, realmente necesitaba despejar mi mente.

-Ya, no te enojes, te lo diré.

Fijé mi vista en un punto cualquiera en el techo y puse mis manos detrás de mi nuca tratando de proyectar lo ocurrido como una película frente a mis ojos.

-¿Sabes que la cambiaron de habitación?

-¿En serio?

-Sí, ahora está con tres personas más, un joven rubio, pareciera mayor que yo; una muchacha peli rosada y una pequeña niña afroamericana.

Giro sus cuello a mi dirección y me miró dudosa con el ceño levemente fruncido, formulando pequeñas arrugas en su frente, tomé un poco de aire y continúe al ver que no daba respuesta a aquello.

-Al entrar la veía muy bien, estaba… riendo, se mostraba feliz- sonreí al recordar sus expresiones y la libertad con la que se movía- me abrazó al verme, pero la sentí un poco más delgada…

-¿Delgada? Si come como si se fuera a morir.

Jen poseía una sonrisa triste y lanzó una pequeña carcajada cargada de dolor. Exhalé un suspiro y proseguí.

-Le dije que quería hablar con ella y encerramos, por así decirlo, la cama con las cortinas que ahí estaban, se encontraba muy feliz de verme hasta que supo para que la visitaba.

El pequeño engendro del mal se acomodó en la cama sentándose con las piernas cruzadas. Abajo se escuchaba el televisor y el sonar de los platos en el fregadero.

-Parecía que no quería que me enterara de algo… algo importante, de hecho el tipo rubio me corrió del lugar justo cuando consideraba decírmelo…

Cerré los puños inconscientemente, la tal Audrey y el tal Dylan me recibieron con una desconfianza sospechosa, su aura era pesada e irritante.
Pero Dylan es quien no me da buena espina, sus ojos se veían asesinos y llenos de oscuridad.

-Pero… ¿No te dijo nada de mí? ¿Ella se encuentra bien?

Escuché su voz distante y quebrada, la miré con dulzura; bajó la cabeza provocando que su castaño cabello tapara su rostro en un intento de cubrir sus expresiones.

-Ella está bien, en lo que cabe… De repente se mostraba ansiosa y desesperada diciendo que la vida no tiene sentido alguno- suspiré- pero realmente parecía arrepentida, de alguna manera especial.

-¿Arrepentida de qué?

Levantó la vista con una leve luz de esperanza pero aparté la mirada volviéndola al techo.

-De todo supongo. Ahora que lo recuerdo, menciono que porque no había muerto en aquel accidente.

-Lidrew…

Susurró por lo bajo intentando, tal vez, avocar su imagen.

-Mi frágil Lidrew…

Pareciera que yo había desaparecido ya que decía cosas que solo ella comprendía, cerrada en un mundo inexistente en el cual no tenía entrada.

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