Olvide mi pluma negra<<
El timbre resonó en mis oídos, molesto, como siempre, anunciando el cambio de hora. Las voces a mi alrededor comenzaron a aumentar considerablemente, pero ella seguía ahí, callada, con sus piernas cruzadas y la cara apoyada en su mano derecha, mirando a un punto cualquiera en el suelo, Jen, mi "mejor amiga", o eso creo, nuestra relación no lleva demasiado tiempo, un año, quizá menos.
Necesito mi pluma negra<<
Seria, como siempre, era seria cuando la conocí, ahora no lo es, por lo menos no conmigo y los demás; la profesora comenzó a hablar, saliéndose del tema, como en todas las clases, ya no sorprende; y luego estaba Ally, risueña y encantadora, aunque un poco sobre-protectora cuando se trata de Jen, sus ojos devoraban las páginas del libro frente suyo, llevaba una eternidad con él.
¿Dónde la habré dejado?<<
Silencio. De un momento a otro solo se escuchaba la calmada respiración de los presentes. Mi garganta arde, demasiado, duele, soy la típica chica que siente mucho pero nunca dice nada, creo que las llaman sentimentales hipócritas, da igual, los susurros comenzaron a aparecer, ya decía yo que era demasiada tranquilidad para que durara.
No recuerdo haberla sacado de la mochila<<
Un libro cayó al suelo y risas sofocadas lo acompañaron, respiré hondo y miré a mi alrededor, nada interesante, una profesora molesta, chicos pasando entre las filas, gente acostada en la paleta del mesa banco, su depresión me contagia.
Tal vez si lo hice<<
También estaba Zack, buen amigo tengo que decir, divertido, y cuando habla de algo que le gusta se emociona tanto que hasta sus ojos se iluminan; aunque también es algo molesto, lo normal, como... como un hermano.
Quizá esta en mi recamara<<
Día aburrido. Hasta que alguien toca la puerta del aula, no volteo, no me interesa.
O tal vez mi madre la tomó<<
-Lidrew Sykes.
Escuché mi nombre provenir de la puerta y giré mi cabeza a su dirección, el prefecto me llamaba, genial, baje un poco más las mangas de mi suéter negro y me dirigí hacia él, las miradas me carcomían y Jen se despidió de mi con un tímida sonrisa, la cual regresé.
Ya pensaré en mi pluma negra luego<<
Lo seguí con la mirada indiferente hasta la prefectura, me volteó a ver y rápidamente formulé la sonrisa más convincente que pude. Se la tragó.
-Siéntese.
Lo hice, era una silla algo incomoda. Seguí sonriendo. Pero al paso del tiempo volvió a mirarme serio, en sus ojos se posaron dos nubes grises quitando ese brillo especial que los caracterizaban, yo hice lo mismo.
El intercambio de miradas duró unos cuantos minutos, colocó sus codos sobre el escritorio y volvió a sonreír.
-¿Estas bien?
No<<
-Si.
Se recargó en el respaldo de la silla, yo seguía jugando con las mangas de mi suéter. Hipócrita.
-¿Para qué me mandó llamar?
Su sonrisa se amplió, repugnante, y yo rolé los ojos, el timbre volvió a sonar, cambio de hora, crucé mis brazos desesperada.
-Solo para decirte que llegues temprano a casa, cielo.
-Tú no eres mi padre.
Me levanté del asiento y caminé de regreso al salón de clases, cualquier cosa era mejor que estar con el tarado de Henry en la misma habitación.
ESTÁS LEYENDO
>>ISin_TítuloI<<
Teen Fiction-Olvidé mi pluma negra Cierto, su vida no era la mejor de todas y a veces desearía nunca haber puesto pie en esta tierra llena de estereotipos y sociedades manipuladoras, pero esa no fue decisión suya... Lidrew Sykes no es una chica extraordinaria...