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Capítulo 10

-¿Qué hay de nuestra promesa?

Cuestionó Jen con un aura cargada de intriga, pero un impulso dentro mio, algo que no sabía si podía controlar o no, me frenaba al punto de decir una estupidez.

-No se cuando voy a salir de aquí, ya quiero moverme.

-No desvié el tema, señorita.

Me miró penetrante y aunque sus trenzas la hacen ver infantil, su voz estaba cargada de una madurez increíble.

Solo dilo, ya se lo dijiste al suicida<<

Pero no puedo...<<

Hace días que escucho que hablan en mi cabeza, traté de convencerme que eran mis propios pensamientos, pero estos adquieren su propia voz.

-¡Lo prometiste!

En esto soy igual que mi madre<<

Se levantó exaltada, sus ojos comenzaron a cristalizarse, tomó aire y volvió a sentarse.

No, no llores, ¡Te lo diré!<<

-Quiero saber de ti Lid... Últimamente no se si te conozco, ocultas demasiadas cosas.

Lo que dijo impactó dentro mio como el meteorito que según extinguió a los dinosaurios. Creando una explosió. Destruyendo.

¡Pero no es a propósito!<<

Me quedé callada, con un enorme nudo obstruyendo mi garganta, impidiendo el paso de sonidos.

-Siento que cada segundo que pasa te vas alejando de nosotros, tus amigos, cada vez más te vas encerrando en tu propio mundo... ¿Me dajarías ser parte de ese mundo, Lidrew?

La miré con dulzura y me dedicó una tierna sonrisa, sus mejillas seguían con ese tono rosado sobre su morena piel y ladeó su cabeza, convencida de que le diría mis problemas.

Pero se equivoca<<

-Vete, Jen.

-¿I-Irme? p-pero ¿por qué?

-¡Solo vete! Quiero estar sola, ordenar mis pensamientos... Vete.

-Pero Lidrew...

Empezó a temblar, señal de que las lágrimas estaban al borde, esperando un impulso para caer desesperadas, sin control, por su hermoso rostro.

-Por favor, Jen. Por favor. Solo vete.

Repliqué con un hilo de voz que se hacía más delgado conforme seguía hablando, hasta terminar siendo un susurro inaudible.

-Solo quiero que sepas, que cuando llegues a tocar fondo, cuando no resistas más tiempo tu soledad, mi mano estará ahí para ayudar a levantarte. Te quiero, Lidrew, siempre lo haré, aunque me rechaces. No te alejes, es lo único que te pido.

Besó mi frente como solía hacer mi padre cuando me iba a dormir, pude sentir sus primeras lágrimas chocar en mi rostro y su mano acariciar mi cara al momento de separarse. Como solía hacer mi padre.

-Siempre Lidrew, siempre.

Salió de la habitación, pude escuchar sus tacones alejarse por el pálido pasillo de hospital hasta ser solo un sonido lejano combinándose con los del exterior.

Es por tu bien, Jen<<

Si tengo que alejarte para que estés bien, eso haré<<

Solo quiero que seas feliz, sin tener que preocuparte por mi ridícula vida<<

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