Capítulo 18

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 [LIDREW]

Audrey se encontraba descansando sobre mi hombro, su cara demacrada se mostraba serena. Últimamente su cuerpo no ha estado resistiendo la falta de comida en el sistema y eso ocasiona su gran carencia de energía. Acaricie sus rosados cabellos cada vez un poco más rubios, lo que provoco que gruñera por lo bajo.

Hasta en los peores momentos su actitud sigue a flote<<

Dylan por fin cerró los ojos arriesgándose a que Zamira cayera de la cama en un intento inútil de atrapar algo inexistente.

Mamá se tomó el tiempo de visitarme ayer por la tarde, aunque pareció más bien una fugaz ilusión. Preocupada por el degenerado de su marido, preocupada por su trabajo, ¿por mí? No, como creen, si yo soy "una guerrera”. A veces me gustaría que se tomara el tiempo de preguntarme como me ha ido o como me siento.

Llevo semana y media en este lugar, quizá más, y no sé si quiero  a lo que alguna vez llame hogar, aquí tengo un espacio donde dormir, me dan comida, tengo más atención de lo que tendría en casa.

Siento un profundo aprecio por la cabróna dormida encima mio y a veces creo que está mal pensar que quizá este enamorada de ella. No soy lesbiana, me gustan los chicos, en serio que sí.

Pero todos podemos ser bisexuales<<

Veo a Mitch pasar de vez en vez ´pero nunca se decide por entrar a la habitación; lo cual no sé si me gustaría ¿qué le diría?

Mamá dice que Henry estará fuera de la ciudad hasta que se reanuden las clases, se veía algo decaída ya que estaría sola todo este tiempo, pero eso ha sido lo único que me ha hecho reavivar las esperanzas de una nueva vida. Más tiempo, plan mejorado, asesinato perfecto. Solo necesito que me den de alta.

Audrey se removió encima mío con dificultad colocando sus largos y esqueléticos dedos alrededor de mi cintura, sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo, pero ella seguía con los párpados cerrados como dos cortinas pesadas.

-Cuidado, una vez que te tenga cariño no te dejara ir.

Dylan se empezaba a levantar de un sueño instantáneo mientras se sentaba en la orilla del ya percudido colchón y volteo a verme con una tierna sonrisa; desvié la mirada fingiendo enojo.

-Vamos, ¿sigues enojada pro eso Lidrew Sykes?

Empecé a ignorarlo con una actuación sumamente notoria pero él parecía no percatarse de nada, camino hacia mí y acaricio mi rostro poniendo el suyo un poco de lada. Era demasiado contacto, demasiado cercano.

-Estabas a punto de decirle tu plan, tenía que hacer algo, tenía que protegerte.

¿Por qué todos quieren hacer eso? ¿Acaso sus ojos solo ven a una niña desprotegida? No necesito que me protejan de mi misma, solo necesito que me apoyen, que me hagan ver los caminos diferentes de  la vida, quiero creer que no soy débil, aunque sé que tampoco soy una guerrera como mi madre quiere creer.

-No se lo iba a decir. No soy estúpida.

-Si lo eres.

Susurro Audrey por lo bajo mientras sonreía con esfuerzo y me miraba con malicia.

-¿No estabas dormida, cabróna?

Le pregunto mientras golpeo levemente su cráneo, se alejó unos pocos centímetros de mí y recargo su espalda ya despierta.

-Vamos Lidrew, sabes que lo hizo porque pensó que era lo mejor.

No tenía caso discutir por eso y mucho menos con Audrey Martínez, al fin y al cabo solo era Gus, él lo entenderá, espero que lo haga, no quisiera que se enojara conmigo, es lo más cercano que tengo a un hermano en estos momentos. Pero  no sería yo si no pidiera algo a cambio.

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