[JAKE]
>>Llantos. Oscuridad. Gritos de desesperación<<
Las pesadillas recurrentes espantaban mis sueños en las noches calurosas de este verano. Mis ojos se aferraban a la claridad del techo nocturno para no caer más en las engañosas manos de Morfeo.
Susan dormía a mi lado con tranquilidad, sus labios se encontraban entreabiertos provocando pequeños ronquidos de cansancio. Me senté en la orilla del colchón de nuestro pequeño apartamento y fije mi vista en la ventana sin cortinas, la luna me miraba penetrante mientras los grillos arrullaban la ciudad.
Giré mi cuello en dirección a la pequeña cuna de plástico blanco en la esquina de la habitación, Katherine tampoco podía dormir, pero se quedaba en silencio, sin pedir nada, paseando sus ojos en busca de algo nuevo, nada.
La tomo entre mis brazos con delicadeza, su pequeña cabeza cabe en mi mano y le sonrío levemente, sus ojos me inspeccionan y no los cierra ni siquiera para parpadear. Mi pequeña Lidrew Katherine, tan callada como su tía, como mi hermana. Y ojalá ella estuviera aquí, a mi lado, protegiéndola del maldito de Henry, juntos contra el mundo, como en los viejos tiempos. Ojalá mamá no fuera tan ingenua, tan ciega, ojalá viera el sufrimiento de su hija, ojalá se diera cuenta que la necesita; que la necesitamos.
Quizá Lidrew piensa que nunca la quise, que por eso la dejé, quisiera decirle todo lo ocurrido, quisiera que mamá me dejara acercarme a ella. Katherine me mira con sus grandes ojos marrones, seria… Y luego sonríe.
Las lágrimas asoman en las orillas de mis ojos al proyectar la imagen de mi hermana cuando papá no llegó a casa ese día, en la boda de mi madre y de pronto siento unas manos abrazar mi torso. Susan besa mi espalda alta y susurra a mi oído.
-¿Otra vez sin dormir?
Miro como Katherine se va durmiendo en mis brazos y la dejo descansar en su pequeño mundo.
-No puedo… Desde que salí de casa Lidrew está peor, no me saco de la cabeza que está internada en un hospital.
Susan toma mi mano y recarga su cabeza en mi hombro.
-Pronto estará con nosotros, pero tienes que dormir, apenas con los dos trabajos podemos sostenernos, hazlo por la niña amor, por tu hermana.
Me comenzó a jalar hacía la cama, su larga cabellera negra brillaba con naturalidad y terminamos abrazados, las sabanas contorneaban su cuerpo y en poco tiempo quedó inconsciente, atrapada en el mundo de los sueños. Creo que cerré los ojos en algún momento de la madrugada, porque al despertar Katherine ya estaba llorando.
Lunes por la mañana.
El sol entraba por la ventana aunque solo fueran las 5:40 antes del mediodía y ametrallaba sus rayos en mis ojos recién despiertes. Necesitamos cortinas…
De la cocina salía el sonar de los platos, forcé a mi cuerpo a levantarse; mi pequeña Katherine lloraba en el hombro de su madre, que se encontraba apurada por terminar de arreglarse, de cocinar el desayuno, de calmar a nuestras hija de dos meses.-¡Jake! Qué bueno que despiertas amor, ayúdame con la niña, se me hace tarde.
Besé sus labios a manera de saludo y me pasó a Katherine, quien se calmó al momento de acurrucarse en mi cuello.
-Pero… ¿Qué? Sí ella… ¡Aag!
Lanzó una risa nerviosa y poso los platos en el pequeño comedor, acto seguido corrió al igualmente pequeño cuarto de baño y así terminar de arreglarse.
ESTÁS LEYENDO
>>ISin_TítuloI<<
Teen Fiction-Olvidé mi pluma negra Cierto, su vida no era la mejor de todas y a veces desearía nunca haber puesto pie en esta tierra llena de estereotipos y sociedades manipuladoras, pero esa no fue decisión suya... Lidrew Sykes no es una chica extraordinaria...