Capítulo 23.

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[JAKE]


Lidrew salió del hospital al siguiente día de que Gustavo la visitara con noticias mías. Escuché que Elisa había pedido su salida, ya que parecía anormal dejar a una chica que solo sufrió un pequeño accidente automovilístico tanto tiempo cuando en unas horas ya estaba perfecta, y tenía razón, ese hospital tenía algo raro.


Mitad de verano; drásticamente el calor se disipa y un viento helado proveniente del este cruza la cuidad, pronto la luz del sol sólo se aprecia en aquellas nubes más delgadas. Susan, al sentir el frío dentro del departamento busca hasta la más pequeña tela para cubrir a Katherine de cualquier ráfaga de viento. Nos sentamos abrazados para guardar el calor.


Lidrew ama estos días<<


-Así que la pequeña Lid ya está en casa...


Comenta Susan en un intento de dar inicio a una conversación. Volteo a la ventana sin cortina y visualizo las primeras gotas de este verano.


-Eso parece. ¿Qué tal tu día?


-En lo que cabe estuvo bien. Mañana va a haber un calor horrible, seguro.


El tema fluyó y cambió más de una vez, entre la basura que abundaba en la televisión encontramos una película de los años 90 que logró entretenernos por un tiempo.

Al siguiente día me arriesgué a ir a visitar a Lidrew.


-¿Seguro que Henry no está en la cuidad?


-Eso le dijo Lidrew a Gustavo. Tengo que ir ganando tiempo.


-Solo ten cuidado.


-No te preocupes.


Susan tenía razón, después de las once de la mañana el agua de lluvia comenzó a evaporarse y ahora un calor sofocante nos mataba poco a poco.

Camino hacia la cuna de Katherine y me sonríe sin dientes mientras sostiene un pequeño muñeco entre sus dedos. Me despido de Susan con un beso y dirijo mis pasos regreso a casa.

Visualizo la casa frente mío y respiro unas cuantas veces antes de tocar la puerta.


-¡Lidrew, ve a ver quien es!


Se escucha dentro del recinto seguido por unos pasos constantes que fueron incrementando su volumen conforme avanzaban. Doy un paso atrás cuando veo el picaporte dar la vuelta, al abrirse por completo por un momento no reconocí a la pequeña mujer frente mío.

Adelgazó notablemente, ojeras que hundían su mirada y los moretones habían desaparecido... por ahora.


-Jake...


Me miró incrédula por un instante, su mano seguía aferrada al picaporte de la puerta, poco a poco sus labios tiesos comenzaron a desfigurarse formando una pequeña sonrisa.

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