Francia

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Esta obra es simple ficción y no busca alentar, fomentar o romantizar los trastornos alimenticios, asimismo tampoco es mi intención ofender a las personas que los padecen o los han padecido, a lo largo de toda la historia se muestra respeto por el tema y en ningún momento se busca hacerlo ver como algo gracioso o como un juego.

Léase con responsabilidad, si se es sensible a temas relacionados con la comida o con algún TCA quizá sea preferible evitar la lectura de este fic.

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Narra Rusia

Mi alarma suena, son las cinco de la mañana y debo viajar a Francia porque ONU cree que si los países más desarrollados asesoramos a los que están en desarrollo podemos ayudar a que crezcan sus economías y mejore la calidad de vida de sus poblaciones en general, así que habrá una especie de reunión allá, en donde vamos a estar aproximadamente cinco países desarrollados y varios en desarrollo, les vamos a dar algunas charlas, consejos, asesorías, etc.

Me levanto y me voy a bañar así que naturalmente entro a mi baño, me miró en el espejo del lavabo, tengo unas ojeras grandísimas, anoche casi no dormí, en fin, bendito sea el corrector que me ayuda a ocultarlas, después de bañarme salgo con la blanca toalla enredada en la cintura y paso frente al espejo de cuerpo completo de mi habitación, sin darme cuenta me quedo detenido un momento delante del mismo, estoy de frente en él, me pongo de perfil, noto que mi postura está empeorando, cada vez que me miro estoy un poco más encorvado que la anterior, estoy tan ridículamente obeso que mi espalda ya no aguanta mi propio peso, mi abdomen no parece tener intención alguna de volverse más fino sin importar cuánto me esfuerce por lograrlo, suspiro y me alejo del espejo, no quiero seguir viendo esa repulsiva imagen.

Me visto con un hoodie, un pants y tenis, voy a la cocina, tomo una de las manzanas del refrigerador y la corto en dos, guardo una de las dos mitades y conservo la otra, me dirijo a la salida de la cocina y voy a darle una mordida a mi manzana, pero me quedo parado justo antes de enterrarle los dientes, hoy me van a ver varias personas, no puedo comer tanto, me voy a inflamar. Regreso y parto a la mitad el pedazo que tengo en la mano, guardo una de las dos mitades con el resto de la fruta y conservo tan solo una cuarta parte de la fruta.

Perfecto, ahora sí camino hasta mi habitación de nuevo, donde termino de prepararme para irme.

Narra México

Hoy tuve que venir a Francia y la neta me moría de hueva, pinche ONU que siempre nos quiere traer del tingo al tango a los que no somos potencias, uy pues perdón por ser pobre ONU, no tenía ganas de salir ni de mi cama y me hizo salir de mi país, ya qué, más me valía venir, ella misma me lo dijo. Me levanté y me arreglé para venir y ahora voy llegando a la casa de Francia que no es para nada pequeña, así que aquí me voy a quedar mientras estoy acá, me va a dar asilo.

Europa es un lugar muy lindo, me gusta mucho venir aquí, pero no me gusta cuando ONU me obliga, así no es divertido, cuando llego a la puerta de la mansión toco el timbre y me abre el mayordomo.

—¿En qué le puedo ayudar?.

—Vengo con Francia, soy México, tengo reservación.—Me río, él no.

—Oh, claro, es usted, adelante por favor, le llamaré de inmediato al joven, si quiere pude tomar asiento en la sala.

—Gracias.

Me adentro en el lugar y un par de empleados agarran mis maletas y las suben, la casa es blanca casi por completo, piso blanco, paredes blancas, muebles blancos, pobres de las que hacen la limpieza. Hasta tienen un candelabro, ahora veo de dónde viene aquello de "Que elegancia la de Francia".

—México.—Francia viene muy sonriente bajando las escaleras.

El vato está flaquito, es de tes blanca, ojos verdes, cejas pobladas, cabello castaño claro con rulos y casi siempre viste formal, en este momento trae un pantalón blanco de vestir y un saco color pistache que le queda un poco grande, pero se ve bien, creo que ese es el encanto de la prenda, se ve guapetón, es mi crush, pero no del todo, sólo creo que está coqueto el morro, está simpático. Francia es de esos que tienen cara de que son bien mamones, pero en realidad cuando los empiezas a tratar te das cuenta de que son chidos, además sabe hacer postres muy buenos, ya quiero que me dé de comer.

—¿Cómo está todo por acá?.—Lo saludo.

—Pensé que llegarías más tarde, me agarraron las prisas.—Se ríe apartando un mechón de cabello de su cara.

—La patrona me amenazó—Me encojo de hombros y me río, me estoy refiriendo a ONU—Así que ni modo, hoy me tocó madrugar.—Me rasco la nuca.

—¿Ya desayunaste?.

—No.—Ya.

—¿Quieres que vayamos a buscar algo de comer?.

—Hasta la pregunta ofende, claro que quiero que vayamos a comer.—Hoy toca desayunar dos veces.

—¿Quieres pasar a tu habitación primero por algo?... No sé, suéter, lo que sea.

—Nel, ya vamos.

Él vive en París, claramente. Cerca de la torre Eiffel hay varios restaurantes y cafeterías, le dije que quería entrar a una cafetería, en este momento nos están dando nuestros platos, yo pedí un frappé y una creppa.

—Oh là là.—Dice Francia viendo mi plato.

—Ya lo sé, soy súper francés—Bromeo haciendo una pose orgullosa—Hasta tengo un puente hecho por el mismo wey que te hizo esa madre—Le señalo la torre Eiffel—Ya, ¿Pa' cuando me das la nacionalidad?.

—Lo tienes todo abandonado.—Se ríe.

—Detalles menores—Ruedo los ojos con una sonrisa—Pero lo tengo. ¿Tú vas a dar la conferencia de hoy?.

—Hoy no, hasta dentro de cuatro días es mi turno.

—¿De qué tienes que hablar?.

—ONU nos mandó un correo hace como dos semanas donde dice de qué tenemos que hablar, tema y subtemas, pero honestamente no lo he abierto, hoy en la noche o mañana me fijo.

—Eres igual que yo, también dejas todo al final.

—Pero lo hago.

—Yo a veces no lo hago.

—Lo sé... Y eso está muy mal, monsieur.

—Como sea, no quiero tomar esas conferencias, me va a dar sueño, me voy a sentir como cuando iba a la escuela.

—No creo que esté tan mal.

—¿Quién más vino?.

—Estados Unidos, Alemania, Japón, China, Rusia, Madagascar, Malawi, Brasil, tus hermanos y... No recuerdo quien más, ¿O ya eran todos? No, no sé, no me acuerdo.

—Sí somos varios...

—Sip, y ONU. También viene ONU.

—Chale, a veces me cae mal, a parte me da miedo.

—A todos nos pasa, a todos.

Anorexia (Rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora