El último adiós

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Narra México

Finalmente Francia encontró a los amigos de Dom. Sólo son cinco, tres de la universidad, la recepcionista de la clínica donde trabajaba y un amigo de la infancia, cuando Francia me dio la noticia me alegré porque si es que hay un más allá, Dom va a poder estar más tranquilo sabiendo que las personas que quería están enterados de lo que pasó y van a poder despedirse, pero a la vez no quería verlos, porque sentí que sólo me haría sentir peor y a ellos no les daría ningún beneficio.

Después lo pensé mejor y caí en cuenta de que en mi responsabilidad hacerlo porque yo fui quién lo trajo aquí, yo fui quien indirectamente provocó todo esto y me voy a ver realmente grosero e irresponsable si dejo que Francia se encargue de todo sólo. Así que vine a su territorio, y en este momento estoy en la sala de su casa de nuevo, esperando que ellos lleguen.

Es extraño volver a estar aquí, aún recuerdo cuando lo invité a comer, hace algunas semanas este mismo espacio se inundaba con nuestras alegres risas provenientes del comedor a unos cinco metros de aquí. Recuerdo que dijo que yo era un "Excelente-pésimo cocinero" porque había hecho vomitar a Rusia con mi comida.

Por cierto, ¿Cómo estará Rusia? Cuando Estonia me llamó me quedé dormido, lo juro, no fue intencional, sí quería saber qué estaba pasando pero no aguanté más tiempo despierto. Realmente espero que no haya llamado a los militares, era una pésima idea, le llamaré en cuanto termine de hablar con estos morros.

Un "pst" se escucha detrás de mí así que volteo y veo a Francia asomando la cabeza por la puerta, me hace señas para indicar que ya llegaron, aprieto los labios con nerviosismo, no sé cómo van a reaccionar, es probable que me culpen y me odien eternamente, quizá no debí llevarlo a mi país pero yo no tenía manera de saber que algo así iba a pasar, si lo hubiera sabido ni siquiera me hubiera involucrado con él más allá del asunto de Rusia, de cierta forma entendería si se enojan y me reclaman y me la mientan, pero me pondría más triste.

Asiento lentamente para indicarle que puede dejarlos pasar, me siento en un sillón individual porque no quiero verme muy tenso, ellos entran, todos se ven tristes, son físicamente muy diferentes pero puedo ver claramente la carga de sus corazones, me vuelvo a levantar para saludarlos cordialmente con un apretón de manos, ellos lo reciben y se sientan en el resto de sillones, yo vuelvo a tomar mi lugar.

Los miro uno por uno, todos ellos me están mirando a mí esperando que sea yo quien inicie la conversación, pero no tengo idea de qué decir, seguía teniendo tanto sueño que no pude pensar en algo antes de venir, lo intenté pero a todos mis posibles discursos le encontré por lo menos un error, tal vez eran ideas mías pero no quiero correr ningún riesgo de dar una mala impresión con sus amigos, de por sí estoy seguro de que la tienen, en general no tengo muy buena fama.

—Bien... Hola a todos, como sabrán, soy el representante de México, los cité porque quise explicarles los detalles de lo que pasó con Dom—Miro la caja de las cenizas que se encuentra en la mesa del centro de la sala—Bien, yo lo llevé a mi territorio...

Les explico todo, con lujo de detalle, tratando de omitir las partes románticas y todo eso, limitándome sólo a lo fundamental y al accidente como tal. Me es difícil porque la voz se me corta cada tres palabras, me detengo a arreglarla pero cuando vuelvo a hablar se vuelve a cortar, eso dificulta las cosas porque no puedo contar la historia bien y también me da pena porque se me afloja el moco.

Ellos me escuchan atentamente y me preguntan algunas cosas ocasionalmente, al terminar el relato todos estamos llorando, era una gran persona, tan paciente, tan tranquilo, tan alegre, tan amoroso. Es el tipo de persona que todo el mundo debería tener en su vida, el tipo de persona de quien no te quieres separar nunca.

Después de proponer algunos lugares y discutirlo entre todos llegaron a un acuerdo de esparcir las cenizas en los pastos cercanos a un campo de lavandas, él adoraba las flores y los lugares al aire libre, ellos dicen que le gustaba visitar ese lugar de vez en cuando, incluso me mostraron algunas fotos que tienen en sus celulares donde están en ese campo y él aparece. Esas fotos solamente alimentan mi melancolía, sus ojos tan brillantes y alegres son una de las cosas más lindas e hipnóticas que alguien puede ver, daría lo que fuera por poder volverlos a admirar frente a frente, aunque sea una sola vez más.

Vamos al lugar y estando ahí todos pasan a decir algunas palabras para él, entre lágrimas por la pérdida y risas por los buenos recuerdos se despiden de él, me proponen que yo también lo haga, pero me niego porque yo ya lo hice y no quisiera ponerme a llorar más frente a ellos, nunca me ha gustado que la gente me vea llorar, y no me malentiendan, no es porque tenga la idea de que tengo que verme siempre fuerte ni nada de eso, simplemente que me veo horrible llorando, todos nos hemos visto al espejo para ver si nos vemos bien llorando y la respuesta en mi caso es: Definitivamente no.

Gracias a Dios no se enojaron conmigo (Creo, no me dijeron nada así que creo que no se enojaron y si lo hicieron son muy buenos actores porque no se les nota) fueron comprensivos y sólo querían escuchar qué pasó con su amigo.

Esto me hace sentir un peso menos encima, ahora voy a regresar a mi país porque no puedo dejar solo a Enrique mucho tiempo, y la verdad ya no quiero estar viajando tanto, me sigo sintiendo horriblemente mal, quiero un pozole, me pesa el corazoncito y no quiero salir de mi país, por cierto, eso me recuerda que tengo que buscar terapia cuando esté allá. En fin, este asunto está relativamente solucionado, ahora tengo que estar al pendiente de Rusia, que seguramente me odia en este momento, pero como ya dije, no quiero cargar con dos difuntos en mi consciencia, así que prefiero que me odie a que se muera.















*
Mi hermana vio mi celular por una milésima de segundo cuando estaba escribiendo los últimos tres párrafos, espero que no haya alcanzado a leer nada porque si lo hizo seguro creerá que es algún tipo de diario personal y que a parte soy una inventada mentirosa que en ese diario escribe una vida interesante donde salgo del país cuando no salgo ni de mi casa.

Cuéntenme cosas vergonzosas que les hayan pasado. Y que tengan buenas noches.

-🦋M a d d i e🦋

Anorexia (Rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora