Hola solecitos, buenas madrugadas, ¿Cómo están? Nomás pasaba para decirles que este capítulo es especial claro que sí 🤠. Y necesito que pongan la canción Bisou de Pi Ja Ma para leerlo porque le da un toque acá romanticón y cute. Esta vez no pongo anuncio de dónde ponerla y dónde quitarla porque es para todo el cap y no olviden que si se termina antes de que acaben de leer la repiten.
Espero que les guste, lxs amoooo.
-❣️M a d d i e❣️
Narra Rusia
Me subo al carro en el asiento del copiloto, al lado de México que va en el del piloto, me dijo que quería dar una vuelta por la ciudad hoy y acepté, más que nada por el sueño que tuve anoche, a veces tiendo a ser un tanto supersticioso, en especial cuando se trata de algo que se relacione con mi padre, simplemente dejo de lado lo demás para obedecer a mi instinto.
Por eso me quedé con México, voy a tomarme el día para decidir si me voy o me quedo en casa de Francia, él dice que no tiene ningún problema en alojarnos a ambos durante el tiempo que duren las conferencias de ONU.
Llegamos a la torre Eiffel y nos sentamos cerca de ella en una pequeña banca de metal color negro, a pesar de que hay algunas nubes el día está muy soleado, tanto que hoy no estoy usando uno de mis acostumbrados hoodies, simplemente no soporté el calor y me lo terminé quitando.
—¡Algodón de azúcar!.—Grita México emocionado señalando a un pequeño puesto cerca de donde estamos.
—¿Quieres uno?.—Pregunto dirigiéndole mi mirada que antes estaba en el cielo.
Él asiente muchas veces con una gran sonrisa y se levanta, me toma del brazo y me jala para que lo siga, me río y camino sin ponerme.
—Quisiera uno de color... No lo sé, color, color...—Se detiene a pensar cuando llegamos al puesto como si fuese una decisión de vida o muerte, todos saben igual—¡Azul!—Decide finalmente y saco mi billetera mientras el vendedor toma el algodón de color azul—¡No! No, mejor morado.
Sonrío divertido cuando México se retracta, y el señor vuelve a poner el que había tomado en su sitio para sustituirlo por uno color morado, se lo extiende y México lo recibe muy feliz.
—¿Cuánto es?.—Pregunta.
—Tres euros.—Contesta el vendedor.
—Ora, ¿Pues qué vuela?.—Pregunta México en su idioma, así que el señor no entiende.
—Ignore eso—Le sonrío ligeramente apenado y le doy el dinero—Que tenga buen día.
—Igualmente.—Se despide agitando la mano.
Tomo a México de los hombros y lo hago caminar de nuevo hacia la banca donde estábamos, mientras él está quitando la bolsa que cubre su algodón.
—¡Mira, Ru!—Grita tan fuerte que las demás personas en el lugar también lo voltean a ver, pero al no ver nada importante vuelven a lo suyo, yo fijo mi atención en él, los ojos le brillan muchísimo y está sonriendo más que nunca, tiene algo en la mano—¡Trae un gusanito!.
Me muestra el objeto, es un juguete conformado por un plástico de colores en forma de espiral, así que el juguete puede estirarse y luego volver a su estado normal. Nos sentamos nuevamente y México se pone a jugar muy alegremente por un momento y luego recuerda que tiene un algodón así que deja el juguete de lado y con sus dedos desprende delicadamente un poco para luego empezar a comerlo.
Saca su celular y lo apunta hacia mí, ¿Me va a tomar una foto?.
—Sonríe wey, parece que te tengo aquí a huevo.—Me dice. Sí, me va a tomar una foto.
Casi nunca me tomo fotos, a pesar de que los medios de comunicación todo el tiempo lo hacen yo sigo sin saber exactamente qué hacer cuando tengo la atención de una cámara, no me gusta para nada tomarme fotos, pero se ve tan contento que no tengo manera de decirle que no, por lo que esbozo una débil sonrisa sin mostrar los dientes.
—Mucho mejor—México sonríe mirando la foto—¡Ahora tómate una con esto! Toma—Me extiende el algodón, yo niego con la cabeza—No seas payaso, nomás es pa' la foto.
Nuevamente le hago caso, me pongo el algodón cubriendo mi boca y hago bizcos con los ojos, México suelta una carcajada mientras toma la foto. Cuando veo que ya la tomó regreso mis ojos a su lugar.
—¡No sabía que puedes hacer eso! Yo no puedo hacer eso...—Comenta con tono y cara de tristeza, pero después me vuelve a sonreír—A ver, hazle otra vez.
Saco la lengua y lo hago de nuevo, él se ríe y vuelvo a normalizar mi expresión.
—¡Ay!, ¿Por qué yo no puedo?.—Las comisuras de su boca apuntan hacia abajo.
—Sigue mi dedo.—Le pido colocando mi dedo índice apuntando hacia su cara con unos diez centímetros de distancia.
Empiezo a acercarlo lentamente hacia su entrecejo mientras él trata de seguirlo con los ojos, cuando toco su cara sus dos ojos están mirando su propia nariz, se ve bastante gracioso, lo que me provoca una risita.
Después de la sesión de gestos caminamos un poco y cuando cae el atardecer nos subimos a la gran rueda de la fortuna, mientras estamos en la parte alta veo cómo el sol pintado de rojo se esconde a lo lejos detrás de las nubes, como si estuviera avergonzado por algo.
Reprimo una pequeña risa por mi ridículo pensamiento, el sol no puede avergonzarse, miro a mi lado para encontrarme con México, que está muy entretenido con el juguete de gusano, sonrío de nuevo y vuelvo a mirar al frente pero apoyo la cabeza en su hombro, me doy cuenta de que se tensa un poco por la sorpresa pero poco a poco se relaja.
Cierro los ojos para relajarme también e inhalo aire con suavidad, los abro nuevamente y veo que tiene la mano sobre su rodilla, siento el impulso de tomarla, pero decido no hacerlo, algunos minutos después la quita de ahí y pasa su brazo por encima de mis hombros.
Se me escapa un suspiro y vuelvo a cerrar los ojos sintiendo su calidez, México me hace sentir... Protegido.
Me gusta pasar tiempo con él y parece que a él le gusta pasar tiempo conmigo, tan sólo pensar en eso me hace el triple de feliz. México es gracioso, es espontáneo, es alegre, es un tanto infantil, es comprensivo.
México es lo que siempre he querido. México es con quien quiero estar. México es quien me gusta.
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Anorexia (Rusmex)
FanfictionRusia es anoréxico. México ama la comida. Rusia ama a México y... ¿México ama a Rusia?. #1Rusmex jueves, abril 15, 2021