La despedida

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Hallelujah de Rufus Wainwright otra vez en la multimedia para que la escuchen mientras leen, recuerden que si se termina la canción y aún no terminan de leer deben repetirla, más abajo está el letrero que indica dónde deben ponerla.

Narra México

Estoy en el hospital sentado en la sala de espera, los paramédicos identificaron a ambos, Dominique estaba en el carro tal como temía, me dijeron que se le rompieron muchos huesos, de todas partes, las piernas, las manos, los brazos, tiene un disco deslizado, mil moretones, diez mil rasguños, y mucha suerte de haber sobrevivido, hasta el momento sigue vivo y están tratando de salvarlo, pero su estado es muy crítico.

Ya no estoy llorando porque ya no tengo más agua que pueda expulsar, son como las ocho de la mañana, no estoy muy seguro, ya no tengo pila en el celular y dejé de llorar a penas hace como una hora, tengo la garganta seca igual que los labios, pero no me voy a mover de aquí ni siquiera para ir por agua, cualquier cosa podría pasar en esos pocos minutos.

La policía que me trajo se tuvo que ir hace unas dos horas porque le llamaron para que fuera a detener una pelea en una calle cercana, así que estoy solo, me duele muchísimo la cabeza, igual que los ojos y todo el ruido junto a las luces blancas brillantes del hospital no me ayudan para nada, también me duele el cuerpo como si tuviera gripa, pero todo esto pasa a segundo plano, lo importante es estar al pendiente de él.

Cómo quisiera regresar el tiempo y pasar por él a su hotel, posiblemente así no hubiera pasado esto porque yo hubiera llegado tarde como siempre.

—El tipo del tráiler ya está en interrogatorio con la policía—El presidente actual, Enrique, se sienta a mi lado extendiéndome una taza de café, yo sólo asiento—¿Ya contactaste a la familia del francés?.

—No—Niego con la cabeza—Su celular quedó hecho trizas, le llamé a Francia para ver si entre sus registros tenía algo, Dom me dijo que no tenía familia, pero nunca profundizamos en el tema, a él no le gustaba hablar de eso. Sólo me contó que él creció en un orfanato, sus padres lo dejaron ahí, y Francia dijo hace rato que los registros indican que cuando cumplió la mayoría de edad empezó a vivir con una anciana llamada Agnès Morel, pero ella murió hace siete años, Dom adoptó el apellido de la señora, supongo que era como una madre para él, pero era la única persona que él tenía como familia.

—¿Y no tiene amigos?.

—Sí—Suspiro estresado—Pero no me sé sus apellidos, no podemos contactarlos sólo con el nombre, ni siquiera los ubico de vista, nuca los conocí, solamente me los mencionaba de vez en cuando, no conozco la cara ni el apellido de su amigo Dean, pero sí sé que lo picoteó una avestruz cuando era niño, vaya, que información tan útil.—Digo sarcástico.

—Va a estar bien, cuando despierte él mismo podrá contactar a sus amigos y avisarles sobre todo esto.

—Eso espero...

—¿No me mencionaste hace un par de días que tenías de visita al representante de Rusia?, ¿Le avisaste de todo esto?.

—Me quedé sin pila.

—¿Le quieres marcar de mi celular?.

—No, más tarde le aviso.

—Deberías dormir un poquito, yo voy a estar atento, cualquier cosa te despierto.

—No me voy a dormir, Enrique. No tengo sueño.

°Pongan la música°

—¿Acompañantes del paciente Dominique Morel?.—Una enfermera se detiene frente a nosotros.

Anorexia (Rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora