Anorexia (Rusmex)

Galette des rois

Narra México

Cuando Rusia y yo decidimos ir a dormir ya es la una de la mañana, ya parezco viejito porque cuando me desvelo al día siguiente me suele doler la cabeza. Bueno, tampoco soy así como que muy joven que digamos, ¿Verdad? Pero tampoco estoy como para esos achaques de la edad.

Me acuesto, me tapo y saco mi teléfono para checar los mensajes, veo que tengo uno de hace tres horas del doc en donde me pregunta cómo salieron las cosas con Rusia y si todo está bien. Empiezo a teclear para responderle.

"Salió bien, vimos las estrellas en la terraza y hablamos de cosas triviales, me dijo que estaba todo bien y que no tenía que preocuparme por nada, aunque en realidad tengo bastantes motivos para preocuparme" Le respondo, agrego un emoji de una carita riendo al final y lo envío. Para mi sorpresa, debajo de su nombre de contacto aparecen las palabras "En línea" y las dos palomitas se ponen azules.

"Sí, bastantes motivos, pero es bueno que al menos hoy estuviera bien, ¿No notaste algo extraño o inusual en su comportamiento de esta noche?" Lo pienso un segundo, según yo todo estaba en orden.

"Creo que no, se veía contento, le conté de la rosca de reyes" Envío.

"¿La qué?"

Río y niego con la cabeza, presiono el botón para enviar un mensaje de voz.

—Resumiendo todo, en México tenemos una tradición en donde los tres reyes magos les dan juguetes a los niños y ese día se come una rosca donde metemos muñecos para sortear a los padrinos de tamales del día de la Candelaria, si te sale un muñeco compras los tamales—Explico—Me cayó de raro que estés despierto a esta hora.

"No tengo mucho sueño" Responde después de escuchar mi audio, cuando estoy por volver a escribir, me manda otro mensaje "¿Hablamos por teléfono?"

"Claro:)" Accedo.

Me llama y le respondo inmediatamente, me pongo el celular en la parte lateral de mi cara para escucharlo y hablarle.

—Entonces... ¿Rosca de reyes? Explícame más a fondo.—Me pide con interés.

Le explico bien todo lo que le había dicho a Rusia antes y él me escucha con atención.

—...Y es por eso que a veces te encuentras muñecos en la mesa que casualmente no tienen dueño.—Le comento para finalizar, él se ríe.

—Aquí en Francia hacemos algo similar, bueno, en realidad no es algo tan parecido, pero el concepto es más o menos el mismo... Creo.

—Ah, ¿Sí? No tenía idea, ahora explícame tú.—Pido con curiosidad.

—Bien, le llamamos Galette des rois, y también cada quien parte su pedazo y tiene escondido un frijol adentro, así que a quien le salga el frijol en su pedazo será el rey por un día, cada galette des rois tiene una corona incluida para que el que saque el frijol se la pueda colocar y ser el rey.

—Vaya, creo que no es taaan parecida la tradición, pero suena interesante, ¿Cómo es la galleta esa?.

—Galette des rois—Me corrige con una pequeña risa, creo que nuca me voy a poder aprender los nombres de los panes de por acá, cada uno tiene uno más largo, más raro y más complicado que el anterior—Es como una tarta o un pie, de ojaldre y circular.

—Suena rica, ¿Qué día la comen?.

—En los primeros días de enero.

—Suena mejor ser el rey por un día que pagar los tamales—Me río—¿Y sí le hacen caso al rey en sus mandatos?.