capitulo XXII

20 2 3
                                    

Vincent

Padre, protégeme.

Estoy en el campo de batalla, de nuevo.

Mientras esperaba he estado rememorando lo que ha sucedido estos últimos meses.

Estar lejos de Sigrid hizo que pensara en lo mucho que han cambiado las cosas entre nosotros.

El hecho de que hace un año apenas podía tocarla, y las ultimas noches antes de venir, estuvo durmiendo a mi lado.

Sentia como la calidez de su cuerpo se alejaba y se acercaba en la cama, y no podía conciliar el sueño.

Me preocupaban sus pesadillas.

O me tensaba porque dando vueltas, terminaba acurrucada a mi lado y demasiado cerca.

Concentrate

Mi espada esta fuertemente aferrada a mi mano, mientras mantengo la otra sobre el el hombro del soldado a mi lado. Esta temblando, esta asustado, y no confía en que sus superiores lo mantendrán a salvo.

Hemos perdido demasiados hombres, buenos soldados de Sjöberg estos días.

Me siento culpable, son mis hombres.

Me siento culpable, porque son los hombres de mi reina.

Apreto mi mano y el soldado vuelve su rostro para mirarme.

Hago un gesto con mi cabeza, una afirmación.

Estoy a tu lado.

Si me cuidas la espalda — le digo — yo cuidaré la tuya.

Suelta el aire que parecia estar reteniendo desde que despertó, y luego vuelve su vista al frente.

A donde el ejercito de Éon apareció hace algunos momentos.

Odio ese uso de su habilidad. Es vanidoso e inútil.

Aparecer de la nada, no afecta las muertes de los soldados.

Siempre me ha parecido que su poder es usado como si fuera un juego para ellos.

Espero que Sissi lo use con mas criterio cuando lo controle.

Luego me rio en voz alta de las ideas ridículas que tengo.

Si pudiera sacarme a Sissi de la cabeza, seria mucho mejor.

No puedo enfrentarme a esta batalla mientras mi mente esta junto a ella, en el palacio.

Miro al rey.

Está desquiciado.

Hemos vivido tres batallas estos días y todas las veces se ha lanzado a batalla sin ninguna responsabilidad. Me da igual su seguridad, pero pone en riesgo a los soldados que deben cuidarlo.

Los soldados de Éon avanzan y yo me preparo para la batalla.

Hago un recuento de donde están Erall y Camron, donde está Dary.

Apenas pueda tratare de llegar a ellos.

Levanto la espada.

Estoy en primera linea, la primera ofensiva.

Jamás he estado en otro lugar.

Pero jamás he estado sin ella.

Bien, si no puedo sacármela de la cabeza, entonces usaré mis ansias de verla en la batalla.

Si algo me pasa seguro que no me lo perdonará.

Cuando Éon esta encima de nosotros bajo la espada, y un grito ensordecedor me rodea.

Heredera de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora