Sissi
Fui a mi tienda a lavarme, era un desastre.
Mi pelo blanco estaba teñido de sangre y también lo estaba toda mi armadura. Llame a mis damas para que me ayudaran a quitarla y poder tomar un baño, pero antes de que lo hicieran, alguien se anunció en mi tienda.
Era el segundo al mando del General. El Capitan Berg.
— Su Alteza — hincó la rodilla en el suelo.
— Capitán — hice un gesto con mi cabeza para que hablara.
— Tenemos un grave problema y ahora que mi General esta muerto, es ud quien debe resolverlo. — me dijo mirándome con preocupación.
Yo no había caído en cuenta, de que ahora que el general no estaba, yo, una doncella de 15 años, era la máxima autoridad del campamento. Nadie haría casi nada si yo no daba la orden, o no era consultada.
— ¿Cuál es el problema, Capitán Berg? — pregunté, tratando de darle autoridad a mi voz.
— Es Lord Nilsson, mi señora, fue descubierto que el, y dos Lord mas, estaban entregando información confidencial a la dinastía Eón, directamente hacia el rey — el Capitan bajo el rostro como si la culpa fuera de él.
La rabia y la sed de sangre volvieron.
Tomé aire.
— Es por eso que sabían dónde estaríamos? — pregunté
— Es muy seguro de que así haya sido, mi señora — seguía sin levantar el rostro.
— Levante su rostro, capitán, ud no es el culpable de lo que pasó. Los únicos que deberían sentir vergüenza son ellos. — dije con ira.
Levantó su cabeza, sorprendido de mi reacción. Puso sus manos tras su espalda y estiró su columna.
— Si, mi señora — dijo asintiendo.
— Estos hombres, están detenidos? Donde los tienen? — dije.
— Están en una jaula, separados de los prisioneros que tomamos en el campo de batalla — me explicó el Capitán.
— Cuál es la solución que me recomienda, capitán? — le pregunté.
— Yo? — abrió los ojos — Mi señora, eso no me corresponde — dijo él, negando fuertemente con la cabeza.
— Ud era el segundo al mando después de....— el recuerdo del Oso Blanco hizo que me faltara el aire por un segundo — ... del General Truelsohn. Muchas veces me dijo que ud era un hombre bueno, sensato, y quiero saber su opinión sobre esto.
La emoción lo movió por unos segundos, pero se recompuso.
— Ud tiene completa autoridad en esta situación, mi señora. Puede enjuiciarlos en este mismo campamento, si lo dispone, y.... Yo creo que eso es lo que debería hacer. Por los hombres, mi señora... — me estaba mirando fijo.
— Porque lo dice, capitán? — me estaba doliendo la espalda de tanto estar de pie, y de mantenerme firme.
— Los hombres culpan a los Lord, por la sorpresa en el campo y... en consecuencia, culpan a los Lord por la muerte del general, señora... — los hombros del capitán se hundieron un poco, como si por fin estuviera respirando.
— Los hombres tienen razón, Capitan — lo mire con el ceño fruncido — Mantenganlos encerrados, nadie habla con ellos, ponga a sus hombres de mayor confianza a cuidarlos, no quiero que negocien su libertad. Mañana daré mi veredicto — sentencié.
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Heredera de las sombras
FantasyLa Duquesa del silencio es la heredera al trono de la dinastía Sjöberg. La pequeña Sigrid ha crecido para convertirse en una mujer sedienta de sangre y venganza, y no habrá limites para ella, cuando la salvación de su pueblo, y quienes ama, esten en...