《Como dice el dicho: Hierba mala nunca muere》
TUVE LA GRAN IDEA DE BAJAR otra vez por la carretera, y gran error, casi me mato. Cuando pude conseguir el equilibrio ideal patine junto a Miya que no apartaba la mirada del pelirrojo y el peliazul que no paraban de reírse.
— ¿Puedes dejar de verles? Es que das miedo.
No dijo nada, lo que significaba que estaba en su mundo.
— Un héroe no puede competir contra slimes...— susurró.
Patino rápidamente junto ambos chicos y paso por el medio, casi terminaban los dos en el suelo, Miya se detuvo frente a ellos.
— ¡Miya!— pare en seco y me choque contra el peliazul.— que guapo es...
— Gracias por el cumplido.— su rostro no expresaba nada, pero no quitaba la mirada de su amigo. En cambio yo, estaba avergonzada, yo que sabía que supiera hablar ingles.— ¡Eso fue peligroso!
— Ya sabes lo que dicen de las pilas de basura...— patine hacia Miya.— Siempre están amontonadas.— se quito la capucha y me sonrió.
— Déjalos en paz, ¿no ves que no te están molestando?
— chaqueo la lengua.— ¿Eh? Si tanto te agradan vete con ellos.
— arquee las cejas y cerré mis manos.— Miya, déjate de tonterías y enséñame a patinar en skate, ¿o te hace más hombre ser más imbécil?
— ¿Que?
— Te llamo imbécil.— tradujo el peliazul.— Ah, y me llamo Langa.
Estuve practicando sola mientras que Miya competía contra Langa y Reki que fueron derrotados sin dificultad. Varias horas después nos recogieron otra vez, tenían que llevarle a hacer una entrevista en un skatepark "privado" por así decirlo. El trayecto fue silencioso, nadie dijo nada.
— ¿Vas a quedarte en el coche?— pregunto Miya mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad. Asentí con la cabeza.— Mejor para mi, vamos papá.
Estaba tan enfadada con Miya, fue una tontería enfadarme con él, pero que se metiera con aquellos chicos sin razón alguna me traía malos recuerdos. Nadie debería recibir odio de nadie sin ninguna razón y punto. Miraba la ventana y reconocí las cabelleras de Reki y Langa.
— abrí la puerta del coche.— ¡Reki! ¡Langa!— ambos chicos se detuvieron y me saludaron.— ¿Puedo acompañarlos?
Era más sencillo patinar en skate cuando no había obstáculos, los parking de coches son geniales, además, Reki nos enseñaba a Langa y a mi.
— ¡Bajar más las caderas! ¡Pillar la curva y acostumbraos a la velocidad cuesta abajo!
Era mi primera cuesta y os juro que sentí como la adrenalina recorría cada parte mi cuerpo, y por primera vez pude confirmar que en ese momento fui feliz montando en una tabla de madera con cuatro ruedas y dos idiotas.
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𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃𝐖𝐈𝐃𝐄 || 𝐌𝐈𝐘𝐀 𝐂𝐇𝐈𝐍𝐄𝐍
Fanfiction¿Hay algo más doloroso que alejarse de quien te hace sonreír? Al llegar a Japón para un intercambio, nuestra protagonista conoce a Miya Chinen, su compañero de piso. Lo que comienza como una amistad pronto se convierte en algo más profundo, pero la...