𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄₂

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《Enséñame cuáles son tus miedos》

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《Enséñame cuáles son tus miedos》

QUEDARON BOQUIABIERTOS AL MIRAR frente a nosotros la posada KASAI MIYAKO donde nos quedaríamos esos días de vacaciones, mientras que los chicos entraban a la posada junto a Cheryl, yo estaba pensado que era imposible alojarnos ahí por tan solo tres mil yenes.

— ¡Oigan estamos aquí!

Miramos hacia donde provenía la voz de SHADOW, achiné los ojos para leer el cartelito de la posada OKINAWA. Estuve riendome un gran rato por lo ingenuos que eran los chicos, aquella posada me recordaba a como era mi casa.

Al acomodarnos cada uno empezó a hacer sus cosas, Reki se quejaba por cada detalle de la posada, SHADOW estaba frente al ventilador porque tenía calor, Langa fue al baño y aún no regresaba y Miya discutía conmigo porque no quería dejarme su consola.

— ¡Inútil!

— ¡Patética!

— ¡Inmaduro!

— su cara se estaba poniendo roja de la rabia que sentía.— Pues te gusta besar a este inmaduro.

Reki nos sonrió maliciosamente para luego subir y bajar sus cejas, todos sabían la extraña relación que tenía con el pelinegro, pero no que nos besábamos a escondidas cuando nadie nos prestaba atención.

— Oh, cielos... Supongo que tomaré una siesta hasta la hora de comer.— dijo el pelirojo mientras se tumbaba en el suelo.

— No habrá cena.— respondió SHADOW con el efecto del ventilador en su voz.

Reki reacciono y se quejó.

— La realidad es tan dura...— susurró Miya, mientras me prestaba su consola.

— Tengo chicles, ¿Quién quiere?

— Reki abrio la boca.— ¿Es enserio?— intento tumbarse en la puerta, pero termino en el suelo porque alguien la había abierto.— ¡Ay!

La silueta del dios de los abdominales estaba delante nuestra, era Joe con aquella ridícula camisa roja con estampados de palmeritas que le quedaba tan bien, solo que odiaba las palmeras. Miya me dio un leve golpe en el hombro.

— No lo mires así.— me robó la consola, no me había dado ni cuenta de que había perdido la partida.— Ahora te quedas sin jugar más.

— Oh, venga ya.— me queje.— Solo lo estaba mirando.

— N-No me importa.— aparto su mirada.

rodé los ojos por su reacción.

— Chicos, iros adelantando.— agarre mi móvil y se los enseñe.— Tenemos que hacer videollamada con los padres de Miya.

Los chicos siguieron las indicaciones de Joe para ir a cenar con Cheryl, en cambio Miya se quedó observando al suelo ya que estaba nervioso y imaginandose un montón de cosas.

𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃𝐖𝐈𝐃𝐄 || 𝐌𝐈𝐘𝐀 𝐂𝐇𝐈𝐍𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora