¿Hay algo más doloroso que alejarse de quien te hace sonreír?
Al llegar a Japón para un intercambio, nuestra protagonista conoce a Miya Chinen, su compañero de piso. Lo que comienza como una amistad pronto se convierte en algo más profundo, pero la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
《Así se siente cuando te rompen el corazón》
ESCUCHABA AL PROFESOR DE INGLES explicarnos el verbo to be, pero no podía apartar mi vista de aquella melena rubia y corta falda que llevaba _____.
Siendo honesto, parecía un acosador pero no me importaba, nadie me prestaba atención, ella estuvo toda la clase mirando a las montañas de detrás de la escuela.
Cuando en el cambio de hora quise hablarle, aquel chico de las fotos apareció con una gran sonrisa, no dude en compararme con él.
Estaban tan cerca que pensé que se besarían, pero... ¿A mi que me importaba? Agarre mis cosas y subí a la azotea a tomar el aire.
— ¿Que haces?
— No me des esos sust-
— Estoy saliendo con Mochizou.— dijo con una gran sonrisa.— Estoy muy feliz.— apoyo su espalda en las barandillas de metal donde estaba apoyado.
— Bien por ustedes.
— ¿Seguro? ¿No estas celoso?
— ¿Sabes? No todo el mundo debe de enamorarse de ti.
— Ah, pensé que en alguna parte de tu corazón te gustaba, tranquilo, cosas mías.— se puso en frente mía y me sonrió.— Mejor para mí, así podré decirle a Mochi que también me gusta.
La chica se despidió y salió de la azotea, desde arriba vi como caminaba hacia nuestros compañeros de clase y con su típico movimiento de mano, beso al chico. Una punzada desconocida en mi pecho me dolio.
Sentí la necesidad de apartar la mirada y ¿soltar algunas lagrimas? Al notar mis mejillas humedecidas me quede mirando a la puerta donde minutos antes desaparecía la rubia, estaba enfadado y triste a la vez.
No podía entender este sentimiento, era extraño, era como si ella hubiera agarrado todos esos recuerdos juntos y los hubiera tirado a la basura, así me sentía. Y lo peor, es que no podía admitir lo mucho que me gustaba esa rubia bipolar.
— ¿Por que mierda lo elegiste? Te odio _____ Wythe, te odio por haberme echo conocer este sentimiento.
Y las lagrimas no se quedaban atrás, entre sollozos y lagrimas no podía reconocerme, aquella rubia jugaba conmigo como ella quería.
[...]
Aquella tarde no pude estudiar, todo me recordaba a ella, era como si mi mente pensara solo en: _____ Wythe. Estaba siendo ridículo, fui hechizado por ella, y ahora me será difícil olvidarla.
Salí de mi cuarto con el plato de comida, si, no pude mirarla a la cara ni para comer, soy patético y inútil. Baje las escaleras y la rubia estaba sentada en una de ellas apoyada a la pared sacándose un selfie.
