𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃𝐖𝐈𝐃𝐄 || 𝐌𝐈𝐘𝐀 𝐂𝐇𝐈𝐍𝐄𝐍

EPÍLOGO

EL DÍA DE HOY ESTABA SIENDO AGOTADOR, todos me observaban, esperando que dijera algo. Pero, ¿qué querían escuchar? Era mi vida privada, no les concernía.

Suspiré y tomé la hoja de papel que había preparado para guiarme.

—Hola, mi nombre es Miya Chinen. Algunos de vosotros no me conocéis, pero fui el mejor amigo de ____ Whyte. Lamento que tengáis que conocerme en estas circunstancias; yo tampoco hubiese querido que fuera así. Nunca estás preparado para escribir un discurso de despedida para una amiga, ¿verdad? —Hubo un silencio incómodo—. Conocí a ____ cuando mi madre se ofreció a ser su familia de acogida. Los primeros meses fueron horribles. Ella era muy educada con mis padres, pero conmigo... Nos detestábamos. Sin embargo, algo me dijo que le diera una oportunidad, y lo hice. Conocerla fue la mejor decisión de mi vida. Gracias a ella, encontré nuevos amigos, descubrí sentimientos que no sabía que tenía y, sobre todo, aprendí a decir "te amo". Nunca llegué a decírselo, pero si me escuchara ahora, estoy seguro de que se reiría de mí. La extraño todos los días... Lo siento, ____. Te amo.

Reki y Langa me miraban con lágrimas en los ojos, pero no de tristeza, sino de diversión. En cambio, Shadow lloraba desconsolado como un niño pequeño.

—¡Váyanse al diablo! ¡Nadie creerá que yo escribí esto! —grité, molesto.

—Te amo —dijo Reki, imitándome con una sonrisa burlona.

—¡Fuera de aquí! —les grité, exasperado.

No había manera de tener una conversación seria con esos idiotas. Estaba agotado de repetir y ensayar este estúpido discurso. Además, el hecho de que haya tanta gente esperando escucharlo me ponía aún más nervioso.

—Qué vergüenza —murmuré, sintiendo el calor subir a mis mejillas.

—¿Te pones colorado solo porque me amas tanto? —Reki continuó molestándome.

—¡Cállate! ¡Si estoy haciendo esto, es por ti! —le grité mientras me miraba en el espejo—. ¿Y tú? ¿Por qué sigues en pijama?

—Los muertos necesitan descansar —respondió tranquilamente.

De pronto, ella se acercó por detrás, deslizando su dedo por mi cuello. El escalofrío que me recorrió me hizo sonrojar aún más, y antes de que pudiera reaccionar, me plantó un beso en la mejilla.

—Gracias —dijo en un susurro.

—¿Eh?

—Gracias por salvarme de aquel barranco.

[...]

En ese momento, nada más importaba. Me arrastré por el suelo de piedra, desgarrándome la ropa y las rodillas, pero llegué justo a tiempo.

—¡Mierda, ____! ¡Agárrate fuerte!

—Suéltame.

—¡No quiero!

—¡No podrás con los dos! ¡Caerás conmigo!

—¡No me importa! Prefiero morir antes que vivir una vida sin ti.

Sentí su otra mano aferrarse a la mía con fuerza. Con todo el esfuerzo que pude reunir, la fui subiendo poco a poco mientras ella se apoyaba en las piedras del barranco. Cuando finalmente estuvo a salvo, me desplomé en el suelo, agotado.

—¿Por qué lo hiciste? —me preguntó, con una mezcla de confusión y alivio.

—¿Hablas en serio?

—¿Por qué?

—Porque mereces una vida mejor, ____. Eres una gran persona y no mereces que termine así. Sé que todo mejorará. Solo quédate conmigo y juntos encontraremos una solución.

[...]

—¿Crees que tus padres vendrán? —le pregunté, mientras el peso de lo que habíamos hecho empezaba a asentarse.

—Cuando tu madre les dio la noticia, solo se quejaron. Nunca les importó realmente. Supongo que no esperaban que su única fuente de dinero no volviera a casa. Así que no, no creo que vengan.

—Entonces no hay necesidad de que haga ese estúpido discurso.

—Lo sé, solo quería escucharlo.

La miré mal por hacerme pasar por semejante humillación frente a nuestros amigos. Pero entendía por qué lo había hecho.

—¿Estás segura de que no sospecharán? —le pregunté con preocupación.

—Estoy segura. Hablé con tus padres sobre mi situación, y les pareció bien. Solo tendrás que cambiar tu identidad para que nadie te reconozca. ____ Whyte murió en ese barranco.

Sabía que estaba poniendo en riesgo a mi familia. No les había contado la verdad de lo sucedido, solo que ____ se quedaría más tiempo debido a unos problemas en el programa de intercambio. Pero no podía ignorar el creciente temor de que alguien más supiera lo que realmente había pasado.

De pronto, el sonido de una ventana rompiéndose interrumpió mis pensamientos y me hizo saltar de la cama.

—¡Pero qué diablos...!

____ se agachó y recogió una gran roca que había atravesado el vidrio. Con manos temblorosas, me mostró una hoja pegada con cinta adhesiva a la roca.

—"Desearás estar muerta, ____". —leyó en voz alta, su rostro pálido de miedo.

—Nos están vigilando —murmuré, mirando la ventana rota y los cristales esparcidos por el suelo.

¿FIN?

Después de un largo año sin actualizar esta historia, finalmente les traigo este capítulo. Fue mi primer fanfic, y me emociona ver que ha tenido tanto reconocimiento en estos últimos meses. Mil disculpas por la demora, ¡ya saben cómo soy! Me distraigo y tardo meses en volver a escribir.

Con mucho cariño, 
Lovers. 💋

(Recordemos que esto lo escribí en 2019, ¡no me juzguen!)