Cuadragesimo Cuarto Capítulo

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Era un nuevo día en la casa de campo, Gabriel diseñaba en su tableta portátil mientras desayunaba al aire libre, por otra parte la mansión se encontraba cerca de una carretera en ese momento pasaba un auto, en su interior estaba el único reportero que tenía el pueblo, junto con su camarógrafo iban a cubrir un incidente que estaba muy cerca, al pasar por la gran casa y ver que está estaba habitada, decidieron quedarse unos segundos ahí para ver si obtenían alguna información que lance sus carreras al estrellato y así poder dejar este horrible pueblo de una vez.

─Pierre, recuérdame a quien le pertenece está casona─ hablo el conductor del auto, a su compañero

─Le pertenece a la familia Agreste─ contesto el susodicho ─¿Pero que nos interesa la casa Favio?

─Agreste. . .¿el diseñador que no sale nunca de su casa no tiene ese apellido?.

─Si cierto.

─¿Que tal si ese es su auto?, tendríamos un gran titular─ sonríe

─Bien, demos una vuelta, si no es nadie importante seguimos.

Los dos se bajan del auto, saltan la cerca de madera y sigilosamente merodean el lugar, hasta el momento solo había un auto y nada más, deciden rodear la estructura y del otro lado encuentran lo interesante, en efecto debajo de un árbol se encontraba el misterioso diseñador, anotando algo en una tableta, con una mujer a su lado mirándolo de una forma muy extraña, como si controlara cada movimiento que el sujeto daba.

─Saca la cámara─ pidió Favio

Pierre le hizo caso y tomo muchas fotos, estos aún no se daban cuenta de su presencia, mientras tanto Gabriel y Samantha se pusieron a conversar, el platinado dejo de ver el dispositivo para prestarle atención a la castaña.

─¿Te acuerdas cuando jugábamos de niños?.

─Si─ respondió el

─Tu desde chico querías ser diseñador, y yo quería ser tu novia, aunque a Audrey no le agradaba la idea─ ríe

─¿A qué viene todo eso?.

─Pensaba en como cambio todo. . .nos separamos y nunca más nos volvimos a ver, ahora la vida nos dio una segunda oportunidad, ¿no lo ves como una señal?.

─Claro que no, vine a diseñar algo para la que si es mí novia, cuando termine cosere el vestido y me iré─ replicó apático

─Claro tonto, ¿pensabas que te iba a proponer algo?.

─No lo sé, hablas de señales, ¿que señal ves?.

─La de volver a ser amigos como antes, tienes que arreglarte con Audrey.

─No, ella golpeó a Nathalie, no le voy a perdonar jamás eso─ se cruza de brazos

─Debe estar muy apenada ahora, vamos, hazlo por mí, disculparse con ella así podemos estar los tres de nuevo.

─No lo sé. . .veré cuando regrese.

─Eres el mejor─ se abalanza y lo abraza fuertemente

─Bueno, basta que ya sabes que odio el contacto.

─Cierto─ se separa

Los dos continúan en silencio, de fondo los reporteros se van con la gran foto del abrazo, sin dudas eso se esparceria rápidamente y en poco tiempo serían famosos.

Regresando a París, un nuevo día empezaba en la mansión Agreste, la familia Sancoeur estaba entera y desayunando, Brenda era todo un personaje, hacia reír a los niños y todavía no entendía que Adrien no era hijo de Nathalie.

─Madre no es la parió sino la que crío─ musitó indignada

─Me estoy arrepintiendo de haberte dejado que te quedes─ bufo la de lentes ─Ya te dije que las cosas no son como dices, no soy su madre ni pretendo reemplazar a la suya─ toma cafe

─¿Para ti es una mamá cierto?─ mira al rubio, el desvía la mirada y asiente, era la primera vez que se trataba el tema, el muchas veces quiso hacerlo, anhelaba llamarla madre, pero lo único que consiguió en este mes que ella se volvió la novia de su padre, fue darle un diminutivo, nada más ─¿Y entonces, eres tu la dura?─ mira a su hermana

─No soy dura, no quiero incomodar a nadie.

─¿A quien vas a incomodar?.

─No quiero que piensen que quiero reemplazarla─ se cruza de brazos

─Si alguien reemplaza a alguien, es mí mamá a ti─ intervino Adrien, la sala se quedó en un silencio sepulcral ─Tu me criaste, cuidaste y educaste, eres más una mamá que cualquiera y nada me gustaría más que llamarte así

La pelinegra se queda estática, jamás, en toda su vida se imagino escuchar tal cosa, su corazón se llenó de alegría, y unas lágrimas empezaron a asomarse por sus ojos.

─¿Lo dices enserio?─ el chico asiente

Nathalie se levanta, camina hacia el, este se para, los dos se quedan mirándose fijamente hasta que se funden en un gran y cálido abrazo, los dos desbordaban de felicidad y melancolía, tras unos segundos así se separan, Brenda aplaude de fondo.

─Siempre te quise decir mamá, pero antes era diferente. . . ahora las cosas cambiaron─ se sienta en su lugar

─Yo quería que lo hagas, pero pensé que te dolía porque Emilie ya no está aquí, nada me hace más feliz que eso.

─Te quiero. . .mama─ soltó feliz el modeló, sonriendo de forma pícara

─Ven que fácil era─ Brenda vuelve a aplaudir ─Ahora me podes decir tía sin problemas─ sonríe

─Bueno tranquila─ comento la ejecutiva algo celosa

─Siempre quise tener una tía así de animada, Amelie y Carol no son muy animadas ni siquiera están conmigo.

─Mi pequeño rayo de sol─ Brenda se levanta ─Ya veras lo que es tener una tia─ se acerca y lo abraza

─Quien iba a decir que tendríamos una hermana, casi como si supiera que viene tu─ hablo Patrick pero Nathalie no lo dejo terminar

─Ni lo digas─ bufo cruzándose de brazos

─Bien, me cayó, ¿dónde está mí cuñado?.

─En Praga. . .

─¿Y tu aquí?.

─Bueno, desde que soy su novia ya no lo acompañó a todos lados, y fue un viaje de emergencia─ bebé café

─¿Puedo salir con los niños?─ pidió Brenda con ilusión después de hablar con Adrien y Timmy sin que los demás se dieran cuenta

─Practicamente eres una extraña ni lo pienses─ replicó Nathalie

─Mama─ intervino Adrien ─Si te sientes insegura podemos llevar a Gorilla

─Bien─ dice rendida

─Vamos chicos, se van a divertir con la tía Brenda.

Los cuatro salen rápidamente de la sala, siendo vistos por los tres adultos que aún no podían creer lo que pasaba.

─Los adultos deberíamos aprender de ellos─ comento Esteph

─Podra ser nuestra media hermana pero aún no sabemos quién es, lamento si desconfío─ bufo Nathalie

─Mi princesa tiene razón, además hermana si desconfiaras la hubieras mandado a un hotel─ se sumó Patrick

La ejecutiva se cruzó de brazos y decidió continuar el desayuno en silencio, luego los tres aprovechando que estarían sin los niños decidieron salir y almorzar en algún lugar lindo, después de todo jamás habían pasado tiempo juntos.

Miraculous: Aventura en New YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora