Trigésimo Séptimo Capítulo

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Era un nuevo día en toda la ciudad del amor, Gabriel y Nathalie ya estaban dentro del automóvil, en la parte subterránea de la mansión, la casa tenía un túnel que conectaba con uno de los desagües del Sena, asique podrían escabullirse sin ser vistos y completar su misión de devolver los prodigios.

Siendo las diez de la mañana, los dos partieron, todas sus extremidades temblaban, los nervios se habían apoderado de ellos, rogaban que los héroes los dejen huir sin necesidad de revelar sus identidades.

En un santiamén ya el auto con vidrios polarizados, sin patente u alguna cosa que llame la atención, se encontraba entre las calles de París, después de dar algunas vueltas, se detuvieron a la entrada de un callejón, bajaron con sus capas y capuchas puestas, y empezaron a caminar, dieron vueltas por un tiempo hasta que estuvieron cerca de la torre Eiffel, allí empezaron a hacer estragos, tiraron botes de basura, golpearon gente y entre otras cosas más, al mismo tiempo que gritaban el nombre de la joven heroína.

En pocos minutos está se hizo presente junto con su compañero, el alborotó que la pareja creo fue lo suficientemente llamativa.

─¿Que hacen?─ bufo la chica muy molesta

─No está bien crear este tipo de alborotos─ acotó el rubio

─Ladybug, Chat Noir─ musitó el de capa morada

─Era la única manera que se nos ocurrió para traerlos hasta aquí─ prosiguió la de capa azul

─¿Son alguna clase de fans o que?─ cuestióno la de rojo

─Para nada─ dijo el de morado, elevando su mano, la de azul lo copió ─Somos su peor pesadilla

Ambos enseñan las cajas blancas, luego las abren y muestran los miraculous, ambos héroes se sorprenden.

─Vinimos aquí a devolverlos, y esperamos que no se molesten en saber quiénes somos─ exigió el de voz masculina

─Sabemos que hicimos mucho daño, pero recapacitamos, no buscamos nada más que terminar con este juego enfermiso que iniciamos sin querer─ continúo la de voz femenina

─¿No es una trampa?─ pregunto el felino

─Acercate y verás que no mentimos─ musitó la de azul

El gato da un paso, la catarina la copia, ambos caminan lentamente hasta las dos figuras encapuchadas, quedan frente a frente, los héroes no podían ver los rostros por más que se esforzarán, de un rápido movimiento toman las joyas y los kwamis salen de ellas, demostrando que eran las reales.

─Saludos guardiana─ musitó Nooroo

─No me agradas─ bufo Duusu ─Señorita ........─ burbujas salen de su boca impidiendo decir el nombre de su portadora ─Dejeme quedarme con usted─ se mete en la capucha y abraza la mejilla de la mujer

─Duusu, comportarte, sabes que debes ir con ella, cuidara bien de ti─ replicó metiendo sus manos y quitando a la criatura

─Pero no es usted. . .

─Lo se, pero tendrás que vivir con eso─ suspira, la criatura llora y vuela hasta Chat Noir ya que era el quien sostenía su Miraculous

─¿Por qué paran ahora?, no lo entiendo─ ambos se toman de la mano

─Encontre la felicidad Ladybug, hacia esto por una causa noble, lo juro, pero ahora ya no lo necesitó.

─¿Escuchaste las palabras que le dije a tu ilusión el día de los héroes?─ el hombre niega ─Te dije que aún había tiempo, que podías luchar por el bien con nosotros. . .

Miraculous: Aventura en New YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora