Cuadragesimo Noveno Capitulo

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Hoy era el tan esperado cumpleaños de Nathalie, la fiesta fue cancelada por orden de está, en su lugar, cenarian todos en la mansión, incluidos los amigos de Adrien que quisieron participar noblemente en su fiesta, y sus padres, la mesa era enorme, todos bebian y reían, en un determinado momento Nino puso música romántica y todos se pusieron a bailar, la ejecutiva no podía estar más feliz, la velada termino con un gran brindis y luego cada quien se retiró a su casa con excepción de Marinette la cual con permiso de sus padres se pudo quedar a pasar la noche con su amado.

La escena ahora se remonta al jardín trasero, Nathalie estaba sentada en el césped viendo hacia el cielo, lucía melancólica, rápidamente su amado se sumó a ella, la mujer lo miro y sonrió.

─¿Estás bien?─ ella asiente ─¿Te gusto mí regalo?

─Me encantó, pero espero me des mí vestido algún día─ sonrió

─El collar era más original─ guiña un ojo ─Pero ten por seguro que tendrás ese vestido

─Lo esperare anciosa─ suspira

─¿De verdad estás bien?.

─Si. . .solo pensaba en todo esto─ posa su mano izquierda sobre la mejilla de su novio ─Siento que estoy dormida

─¿Tan extraño es?.

─Bueno, te volviste un súper villano para traer a tu esposa de nuevo a la vida, y decidiste dejar todo por tu asistente a la que todos odian por alguna extraña razon─ baja su mano ─Ni en mis más locos sueños me correspondías

─Fui un tonto, lo sé, si hubiera abierto mis ojos, ya estaríamos incluso casados.

Ella sonríe y desvía su mirada, la idea no le disgustaba, pero tampoco quería forzar las cosas.

─¿Te acuerdas cuando llegaste a la mansión?.

─No recuerdo mucho─ lo mira

─Yo si─ medio sonríe ─Llegaste diez minutos antes de la hora citada, tenías un jean azul claro, una camisa verde, un sueter del mismo color pero en un tono más oscuro y un sobre todo marrón, porque hacía frío

─Ni yo recuerdo como iba vestida─ ríe

─Yo si, te observé bien, en aquel momento creí que estaba siendo profesional pero ahora creo que no─ hace una pausa ─Recuerdo que golpeabas tu dedo índice contra la carpeta que traía tu currículum, estabas tan nerviosa, pero a la vez tan segura, no entiendo cómo no te bese en ese momento, ahora que te recuerdo lucias hermosa, como siempre

─Hacia poco que habías enviudado, dudo que quieras besarme en ese momento─ besa su mejilla ─Pero si debo admitir que yo te vi como algo más que un jefe, llevo tiempo diciéndolo

"Desde el primer momento en el que te vi, supe que haría lo que fuera por ti"─ la interrumpió el, haciendo que se ruborice

─No me culpes, tenías ese traje negro que te hacía ver hermoso, ¿cómo no enamorarse?.

El ríe, ella golpea su hombro, parecían dos adolescente en plena flor del amor, luego se quedan callados y miran el cielo.

─¿De verdad me amas desde ese momento?.

─Si Gabriel.

─¿Que me viste?.

─Todo, eres un hombre increíble, atento, prolijo, y no puedo creer que voy a decir esto, pero cuando estás concentrado te ves muy sexy─ se cubre el rostro

─Tu también te ves sexy concentrada, si ganara un euro por cada vez que deje de diseñar para mirarte, sería millonario.

─Eres un adulador.

Miraculous: Aventura en New YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora