CAPÍTULO 26

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Caminamos en silencio, entramos a algo así como una cueva, lo primero que se escucha es la voz de aquel hombre.

- Amor, tranquila, todo estará bien. - cuando veo a mi niña de espaldas, con sus manos y pies atados, arrodillada entre piedras, salgo corriendo hasta donde se encuentra, sin imporme el imbecil de Preciado. Ella al verme comienza a llorar, yo hago lo mismo y rápidamente la abrazo, arrodillandome a su altura.

- Perdóname mi niña, perdón. - digo tomando su rostro y llenándolo de besos.

- Mamá, te extrañé demasiado! - suelta en un llanto incontrolable.

- Bueno, ya estuvo ¿no? - dice el estupido antes de sacar un arma.
La cosa fue muy rápido,se escucharon dos disparos, vi como la bala daña a mi hija, rápidamente cubrí la pequeña herida que tenía al ser rozanda por la bala.

Mauricio estaba en el piso, lleno de sangre, detrás de él se encontraba una Azucena temblorosa, con el arma aún extendida, Amado y Luis se dejan ver, habían corrido, se notaba.

- Saúl! - Grita Mónica intentando levantarse, Azucena sale de su trance y corre a ayudar a su hijo que temía el impacto de la bala.

- LLEVENSELO, CORRAN! - grito tratando de soltar a Mónica  quien corre a su encuentro.

- Si no me salvo... - tose escupiendo sangre.- Prometeme que no me olvidarás.- acaricia su rostro y cae desmayado.

- Altagracia vete. - Dice Michel, quien estaba junto a Saúl. - tiene que venir a buscarlo una ambulancia.

- Tiene razón, vámonos. - dice Luis, tomando su teléfono.

- Esta vez no me voy sin mi hija.

-Déjala- interrumpe Amado.

- ¿Estás loco? Altagracia, no te puedes entregar ahora.

- LLAMA A LA MALDITA AMBULANCIA Y VALLANSE YA!

- Compa, ella sabe lo que hace, vámonos.

- Escúchame bien Altagracia. - toma su rostro. - Yo no te voy a dejar sola. - toma su teléfono y llama a la ambulancia. - soy tu cómplice en lo que sea.- deja un corto beso en sus labios.

- ¿Y Lucho?

- Lucho no importa ahora. - me sonríe, yo me alejo y vuelvo con mi hija. - Amado, Diana, vuelvan, yo me quedo aquí.

La ambulancia llegó, levantaron a Saúl y lo llevaron en una camilla hasta la ambulancia.

Gracias a dios la policía aún no sé había presentado, por lo tanto pude acompañar a mi hija.

P.O.V Valentina

Las horas pasaban y ni rastro de Michel o Altagracia, Mónica estaba inquieta, estaba muy preocupada por su padre, digamos que no se hacia creído mucho el cuento de que se tuvieron que ir a Brasil de volada.

- Tía Val, ¿cuándo va a volver mi papá y Alta? - me dice tomando mi buzo media llorando.

- No llores mi niña, vas a ver que dentro de poco estarán aquí todos. - en eso escucho el teléfono sonar y corro hacia él, identifico el número y rápidamente contesto. - alo? Como salió todo?

- todo bien Valen, pero necesito un favor.

- ¿Es Alta? - dice la niña.

- Sí.- le entregó el teléfono para que hable.

- Mami... digo Alta, ¿donde están?

- mi niña, pronto volveremos a vernos, te lo prometo, cuídate mucho, te amo.

- yo también te amo Alta. - me devuelve el teléfono.

- Ahora sí, habla.

- Si secuestraron a Michel ahí es porque las tienen vigiladas, las quiero a todas en Brasil lo antes posible.

- Altagracia yo no me puedo ir así como así.

- Si no te vas te matan, por favor, vete con todos lo guardias que puedas. - Cuelga.

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¿PUEDES PICARLE A LA ESTRELLITA? ☆

Bonito día, nos leeremos pronto 🌬

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