CAPÍTULO 8

259 39 0
                                    

Un mes había pasado, mucho había sido mi pesar pero decidimos que lo mejor era que Mónica se fuera con Valentina a su hacienda. Las cosas por acá seguían igual, sin una pista de la persona que nos había atacado en Brasil.

Nos tuvimos que ir hacia Turquía, al darnos cuenta que nos estaban persiguiendo, después de una larga investigación nos enteramos que era un comisario que en realidad iba detrás de los Casillas. La verdad es que había pasado no muy malos momentos con ese hombre, por lo que decidí volver a México después de tanto tiempo. Ojo, no crean que iba solo por un hombre. Este policía verdaderamente significaba un gran riesgo para mí.

Durante todo el viaje estuve completamente nerviosa, después de un año y medio por fin y volver a mi tierra. Estaba muy emocionada, pero bien sabía que no podía ir a ver a quién deseaba.

Las horas pasaron y por fin aterrizamos. una vez llegó el vehículo en el que nos íbamos a trasladar, fuimos directamente con los Casillas. No fue conmigo Por casualidad ambos sabíamos nuestra verdadera identidad, por lo que dejamos los jueguitos. Tanto yo Cómo Matamoros y Míchel fuimos Bienvenidos en la casa grande. Mañana mismo iríamos a terminar con ese hombre.
Intenté insinuarme varias veces claramente sin éxito, había una rubiecita del otro lado de la mesa, tenía una cara de querer matarme, entonces porque no jugar un ratito. De igual forma mi mano seguía en su pierna, él no se quejaba.

Llegó la hora de levantarnos y la guerita llamó a Armando para hablar, todo parecía bien hasta que salió hecha una furia del despacho, entonces vi mi oportunidad y entré.

- vi que tu mujercita salió. ¿ algún problema? - dije en un tono inocente pero sin perder la sensualidad.

- eres un diablo Altagracia. - se acercó a mi. - ¿lo hiciste por gusto? Bueno, pa que pregunto si ya sé la respuesta.

- No sé de lo que hablas, yo solamente estaba jugando. - nuestros cuerpos estaban pegados, nuestros labios casi se rozaban. - tal vez te eché de menos.

- Tú no echas de menos a nadie. - fue entonces cuando me besó, profundo pero no intenso, lleno de pasión pero controlada. De pronto escuchamos el ruido de la puerta y fue cuando nos separamos.

- Hace unos minutos me pedías que no saliera del despacho. - Dice la rubia acercándose. - Y ahora parece que es hasta y mejor que me vaya de la casa.

-No, no, no, no, ¿Cómo te vas a ir? -dije inocente. - Lo mejor es que me vaya yo, la verdad es que eso que viste no significa nada. - me paré del escritorio en el que seguía sentada. - es algo que tenemos desde hace años, pero que no estamos listos para empezar.

- Altagracia por favor, no sigas. - Aurelio se paró delante de mi, alejandome de la tal Diana.- está la familia.

- No, me encantaría que siguiera... - trata de acercarse pero Aurelio no la deja. - ¿ hace cuánto tiempo están juntos?

- bueno... - miré mis uñas. - estar juntos, no estamos. - se veía en sus ojos la ira. - pero ya sabes a lo que me refiero. - dios, si lo hago bien pronto voy a poder reír bien, pensé. - ¿hace cuánto? ¿Unos 6 meses?

- Sos grandioso águila azul. - dicho eso se retiró dando un portazo tras ella. Yo no aguanté más y me eché a reír.

-¿ se puede saber qué carajos acabas de hacer? - Aurelio estaba enojado, pero aún así no dijo palabra alguna.

- No te hagas, bien que te ayude a liberarte de esa güerita. Desde hacía rato te dabas cuenta de que ni la querías. - volví a mi lugar en el escritorio.

- ¿tú que sabes de lo que quiero o  no?- se acercó. - ¿Qué se supone que lo que crees que quiero?

- A mí. - lo acerque a mi.

- ¿estás segura?- dijo rozando mis labios.

- ¿por que viniste solito hasta acá? Dime, ¿por qué no defendiste tu amor?. - sin pronunciar alguna palabra más siguieron besándose.

VALENTINA

Ya había pasado un año y medio desde que conocí a José Miguel, el insistía en el asunto de la boda, pero eso a mi me ponía cada vez más nerviosa. No sabia que contestar, yo no quería volver a pasar por lo mismo. Lo único que había era nuestro amor, porque el resto del mundo estaba en nuestra contra. Doña Leonor, su madre, era una mujer controladora y egoísta. No me soportaba, ni yo a ella. Esperaba que me convirtiera en esa típica nuera que hace todo lo que ella quiera. Yo no era así y no iba a cambiar por una señora que ni es nada mío.

Los problemas en la hacienda cada vez eran más, Rosendo me acosaba cada vez que podía, pero aún no podia echarlo. Hace unos pocos días resulto que un peón apareció muerto en las caballerizas, y yo era la principal sospechosa. El problema era que muchos me respetaban gracias a ese hombre y los otros buscaban la forma de hundirme, por eso mismo lo necesitaba, los peones enoquecerian si él se los pidiera, y mi hacienda se vendría abajo.

Hace unos 8 meses estoy viviendo en la hacienda con mi tía y mi Nana, son de la mejor compañía que podía tener. Ella me preguntan siempre por Altagracia, al parecer nadie se cree el cuento de la muerte, y mucho menos que yo hullera sola. Yo sé que ellas trataba a Alta como de la familia y si se enteraran de la verdad la acogerían, pero esa era su decisión.

Cuando llegó Mónica tuvimos que inventar un cuento, ya que claramente nadie podía saber quién era.
Para todo el mundo ella era mi futura hija, estaba en proceso de adopción y tenía que permanecer a mi lado. A mi tía no le gustaba la idea, aunque para ser sincera desde que Ivana se marchó, nada de lo que hago le parece bien. Benita estaba encantada y se sentía feliz al saber que tendría que cuidar de la niña, de su niña. En fin ya se había enamorado completamente de la criatura, y me daba miedo de cuando se enteraran de la verdad.

~~~~~~~~~~~~~~~
Capítulo 9 dedicado completamente a Valentina.
Y esperen otro capítulo en la Madrugada - noche

Bonito día, nos leeremos pronto 🌬

UN SOLO CAMINO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora