CAPITULO 39

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La noche parecía no terminar más. Monica ya estaba enterada de todo lo sucedido, una vez escuchamos que José Luis había salido de mi recamara para irse fui a empacar mis cosas.

- Mami ¿A donde iremos?

- Me gusta que me digas mami. - sonrio. - me da la sensación de que eres una niña chica y que me necesitas. - sigo guardando ropa.

- ¿Sabes? Mi papá y Yesenia dejaron un álbum de fotos para ti. - se coloca a mi lado y me ayuda con lo que hacia.

- Ya vi las fotos e incluso saqué unas cuantas. - vuelvo a sonreír recordando ese día. - fue tiempo antes de que él falleciera.

- No sabía que habían hablado.

- Sí lo hicimos, me perdonó por todo el dolor que le causé, eso me sacó mucho peso.

- Sí, te entiendo. - Hace una pausa como dudosa.

- ¿Qué quieres preguntar?

- ¿Cómo era él antes de mi?

- En realidad nunca hubo un "Antes de ti" - inhalo fuerte. - yo lo conocí porque mi tía, Yesenia, me mandó a trabajar ahí. Él era el dueño, no paraba de mirarme. - hice una pausa

- Si quieres no me cuentes...

- ¿Sigo? - ella asiente. - Yo le dije a Yesenia mi incomodidad pero no me escucho. Cuando se enteró de mi embarazo me sugirió que le hiciera pasar por su hija, me rehusé pero al poco tiempo me di cuenta que era mi única salida.

- ¿Y Lazaro te aceptó así como así?

- Lazaro no, papá. - la corrijo. - yo no quiero que por ningún motivo dejes de decirle así, ¿Me entendiste? - la miro amenazante.

- Sí. - sonríe y sigue pasándome ropa.

- A las pocas semanas le dije que estaba embarazada, él inmediatamente me propuso matrimonio y nos llevó a vivir a su casa. - recuerdo aquel lugar. - A pesar de todo él nunca dudó de su paternidad, siempre estaba al pendiente de ti. Recuerdo que a los pocos días de enterarnos que eras niña él ya te estaba comprando todas tus cositas.

- ¿Enserio? Nunca me contó eso.

- Sí, el primer regalo fue un peluche de conejito, blanco... No, miento, ese te lo compré yo.

- con vestido Blanco y de orejas caídas. - recuerda Mónica.

- Sí, los días que estuviste en casa vivías abrazada a él.

- ¿Cuanto tiempo estuve contigo?

- Una sema... - agacho la cabeza. - fue la peor y la mejor semana de mi vida. - sonrio nostálgica, me levanto y me posiciono a su lado. - Durante el día vivía encerrada en mi cuarto para evitar a Regina que me decía todo el tiempo que te fuera a ver... pero por la noche salía, caminaba con todo el cuidado del mundo e iba. Eras tan chiquita. - digo tiernamente, derramando una lagrima de emoción, como lo había hecho en aquel tiempo. - me mirabas con esos hermosos ojos marrones, exactamente así como lo haces ahora. - Acaricio su rostro que me miraba con dulzura. - yo te tomaba en brazos y tú te acomodabas.

- Crei que nunca me habías visto. - dice secándose una lagrima que había caído. - siempre creí que me habías rechazado desde un principio.

- Es que así se los hice creer a todos, pero los días empezaron a pasar y todos me presionaban para que estuviera contigo y no pude más.

- Ey, pero ¿Por qué tanta lloradera por acá? - dice Valentina entrando, retiro las lágrimas que habían salido y me quedo junto a Mónica abrazada.

- Estábamos recordando.

- Sí. - afirma Mónica. - Cambiando de tema ¿Podríamos pasar por casa? Es que quiero recoger algo.

- Mona, eso sería riesgoso. -Responde mi amiga

- Sí, ya sé. Pero sería rápido.

- Ese no es el tema, el problema es que deben de estar vigilando el lugar. - respondo

- Ma ¿Por qué vamos a huir? Si tú siempre te has llevado el mundo a tus pies. Me parece que no es tiempo de escondernos.

- Es que antes estaba sola. - Altagracia sale del clóset y tiempo después salen las otras dos mujeres. - Por más de que estuviera Regina e Isabela, no era lo mismo.

- No entiendo a que te refieres. - dice Mónica sentándose en la pequeña sala, junto a su madre.

- me refiero a que no estoy pensando en mis bebés, tú y Mónica son todo lo que tengo, y no quiero ponerlas en peligo. - Acaricia suavemente su vientre. - y tampoco quiero perjudicar a este angelito. Ya no soy tan fuerte.

- Recuerda que ahora no estás sola. - dice Valentina.

- Tú eres mi hermana, y no voy a dejar que te pongas en riesgo.  a menos que haya alguien más, yo no me pienso quedar. - Apenas dice esto se escuchan dos golpes en la puerta, las tres mujeres se quedaron observandola por un momento hasta que Altagracia decidió contestar  con un "Adelante".

- Perdón pero vine a preguntar si necesitaban algo más.

- Creo que él es el alguien más.

- Mónica cállate.
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¿ LE PODRIAS PICAR A LA ESTRELLITA? ☆

¿Qué dicen? ¿Nos vamos? O ¿Nos quedamos?

Bonito día, nos leeremos pronto 🌬

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