UN SOLO CAMINO

CAPÍTULO 40

Después de la pequeña discusión que tuve con Altagracia me dispuse a quitar todo lo que hubiera mío en aquella habitación, una vez acabé me retiré y fui a mi recamara a buscar el resto de cosas, así como lo dije esta misma noche me iría de aquí.

Era casi media noche y me dispuse a bajar con mi maleta. En la sala se encontraba John sentado en el sofá, mirando unos papeles.

- Buenas noches. - dije para llamar su atención.

- Buenas noches. - me mira extrañado. - ¿te vas?

- Eso quería decirte.- me siento a su lado. - mi hijo tuvo un accidente y me voy al hospital.

- lo siento mucho, hermano. - palmea mi espalda en forma de apoyo. - cualquier cosa que necesites ya sabes que cuentas conmigo.

- Solo llámame si necesitan algo y cuidalas . - digo refiriéndome a Altagracia.

- Claro que lo haré, las cuidaré como a mi familia.

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- ¿Para que soy bueno? - responde al comentario de Mónica

- Para nada. - dice Altagracia entre dientes. - ¿Pasó algo?

- eh, venía a avisarles que Luis se acaba de ir. Me pidió que les dijera.

- Genial, ya de paso te digo que nosotras también nos iremos, mañana mismo. - comunica Valentina.

- ¿Pero cómo? Si el avión aún no puede salir. - se aleja de la puerta y va hacia ellas.

- Ese es otro tema, nos queremos en México y necesitamos ayuda contra los secuestradores.

- ¡Mónica! - reprocha Altagracia. - no nos quedaremos y no necesitamos de su protección.

- Tú también te quieres quedar.

- Sabes los motivos por los que digo que no.

- En eso nos puede ayudar John.

- Mejor me retiro. - dice Valentina al notar la discusión.

- Claro que no, él no nos puede ayudar.

- Perdón que me meta, pero saben que cuentan conmigo para lo que sea. - dice con una sonrisa amable, buscando bajar la intensidad.

- Ves, si puede.

- Que no! - le responde con un grito. - John, cuéntale a que te dedicas. - lo mira, él solo se queda callado. - ¡Cuentale!

- Yo...- titubea, Altagracia lo mira con su hermosa cara alterada, lo que provoca que hable. - Yo tráfico drogas.

Un silencio incomodo se forma, Mónica lo mira desconcertada, incluso se podría decir que un poco desilusionada; Por otra parte estaba él que ni siquiera la podía mirar; también se encontraba una Altagracia ya un poco más calmada. Y por último había una Valentina detrás de la puerta, completamente sorprendida.

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Era casi media noche, la carretera se encontraba vacía, yo conducía a la velocidad máxima que se permitía y sin darme cuenta ya me encontraba en el hospital.

Entro al área infantil y lo primero que hago es preguntar por el médico de mi hijo.

Resulta que se encontraba atendiendo a otros infantes y me tocaba esperar.

Mientras tanto, no sé por qué, solo me permitieron ver a mi niño por la ventanilla, desde acá podía verle una larga lastimadura en su frente, parecía estar cocida.

El tiempo pesaba y nada del doctor, ni tampoco sabía algo de Eleonora ¿Por qué carajos no estaba acá? Yo renunciando al amor de mi vida y ella quien sabe donde.

Después de 40 minutos velando el sueño de Lucho, a lo lejos, claro. Aparece un señor, un poco mayor con una barba Blanca, un poco larga para mi gusto.

- Buenas noches. - dice con una voz robusta y una cara de pocos amigos. - ¿Usted es el padre de Luis Navarrete?

- Sí, señor. - extiendo mi mano pero éste hace como si no existiera. - No pude venir antes porque estaba fuera de la ciudad dese hace unos días.

- por lo menos usted tiene coartada. - dice entre dientes. - Acompáñame a mi oficina, ahí hablaremos a gusto. - comienza a caminar.

- ¿A qué se refería con lo de la cortada? - digo tomando asiento una vez dentro.

- Le explico. - comienza a leer un expediente. - Él pequeño niño de tan solo 3 años, llegó al hospital para ser tratado de un fuerte traumatismo en la zona frontal de la cabeza, el cual dio paso a una cirugía de 4 puntos en dicha zona. El infante vino acompañado por su madre, quien declaró que se había lastimado tras caerse de la cama. - hace silencio.

- Ya, eso fue lo que me comunicó mi mujer ¿cuál es el problema? ¿Va a ver alguna complicación?

- Aún no terminé, señor Navarrete. - me mira por sobre los lentes. - Tras examinar profundamente al niño, se han encontrado marcas de maltrato por todo su cuerpo.

- ¡¿PERO CÓMO?! - comienzo a ponerme nervioso ¿Cómo me va a decir que mi hijo era maltratado? Yo mismo había contratado a sus nanas! - Eso no puede ser! Aparte de mi mujer y yo, nadie ha podido acercarse al niño. Y muchísimas veces lo hemos dejado con sus nanas y no ha pasado nada, esto es una calumnia!

- Señor, esto es un tema serio. Tan serio que yo no puedo permitir que siga sucediendo. - responde el doctor. - he dado parte a las autoridades y su mujer ya está en prisión.

- ¿Pero cómo? Eso no puede ser.

- Sí puede, los golpes son recientes. Solo ella estaba con el niño. - se pone de pie. - a menos de que tenga una buena excusa o un muy buen abogado su esposa se queda ahí por un largo tiempo.

- Claro que hay coartada, la casa está llena de cámaras. - reviso el teléfono y comienzo a buscar las grabaciones de ese día.

- Bueno, me disculpa pero no tengo el tiempo para ver las cámaras de su casa. - se acerca a la puerta y la abre. - eso se lo puede mostrar a la policía, yo me tengo que ir. - maldito dumbledore, pienso, guardo el teléfono y me retiro del consultorio.

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¿LE PODRIAS PICAR A LA ESTRELLITA? ☆

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Bonito día, nos leeremos pronto 🌬