UN SOLO CAMINO

Capítulo 36

- Ya Altagracia, entra.

- Tengo miedo.

- Mamá, la farmacia cierra en 10 minutos! Tengo que comprar el hierro.

- ¿Por qué no entras tú?

- Porque la receta que trae Mónica dice que está embarazada.

- ¿Y?

- y que no voy a ir a buscar una prueba de embarazo cuando ya estoy embarazada.

- Ay ya! Ya entendí ¡Matamoros!

- ¿Qué necesita doña?

- Ve a comprarme una prueba de embarazo.

- Altagracia! - dicen las mujeres.

- Tienen razón. - saco mi cartete. - tráeme muchas y de todas las marcas y tipos que hayan, también tráeme el hierro de Mónica. - le doy el dinero y le sacó la receta de los manos a Mónica para que se retirara.

- ¿También le pedirás que orine por ti? - pregunta Valentina.

- ¿Puede? - me burlo. - no me gusta el olor a la farmacia.

- ¿cómo compras los condones?

- ¿cómo crees que creo que estoy embarazada? - dice irónica. - Aparte es mejor sin él.

- Pero te arriesgas mucho a la bendición.

- No porque uso el implante, es muy efectivo solo que a mi ya se me pasaron los 3 años desde que me lo coloqué.

- ¿Y por qué no te lo colocaste nuevamente? - se mete en la conversación Mónica.

- porque programe sita apenas llegue a México, era el mismo día que te secuestraron.

- ¿Entonces estabas en México antes de que me secuestran?

- Pues... - se rasca la cabeza. - un policía de la DEA me estaba siguiendo, tuve que venir para pararlo, aparte era la cena de compromiso de Valentina.

- ¿Lo mataste? - abre los ojos como plato.

- Cállate! Claro que no, no mato gente solo porque si.

- ¿Entonces?

-Solo lo amenacé y le di dinero. - miente, claramente el objetivo era matarlo pero igual conociendo a Amado ese hombre ya estaba muerto y no quería que por un mal entendido me colgaran otro muertito.

- ¿Podemos volver a la conversación?

- Sí ¿Que quieres saber?

- ¿Crees que es mejor el implante a que el condón?

- No, es solo que a mi me funciona más el implante. aparte José Luis es muy rudo, lo usamos unas 4 veces y terminaron rotos o   que sé yo.

- Oye!. - se queja Mónica, tenía cara de asco. - Es asqueroso saber como lo hace tu madre.

- ¡Ay ni que tú no supieras! - dice entre risas Valentina. - ¿Vamos al coche?

- Sí. - respondo. - No es por incomodar pero... Saúl no es taaaaan bueno como José Luis, pero digamos que también le gusta ser rudo y pasional. - intento de retener la risa al ver como Mónica queda completamente roja, obviamente fallé cuando escuché la risa de Valentina.

- Mejor me apresuro. - dice yéndose adelante.

- Te pasaste, Alta.

- Lo sé.

Seguimos rumbo al estacionamiento, como ya era costumbre antes de un viaje, tuvimos que comprar una valija extra para todo lo nuevo que habíamos comprado.