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——¿No funciona? ——preguntó el pelinegro ——. ¿Las ha leído? Tiene que hacerlo. Hoy es el día... Estuve diciéndole una semana antes. Él debería...

——Ha estado ignorándolas hasta ahora ——informó la anciana.

——Tiene que evitarlo. Las ha leído... Dígame que está pasando, por favor ——pidió al borde de la desesperación.

La anciana seguía cerrando los ojos, ayudando al muchacho con sus dotes.

——La idea de la discusión funcionó ——informó mientras visualizaba, el pelinegro exhaló aliviado.

——¿E- entonces funcionó?

——Todavía no se sabe. No hasta que sean las cinco.

——P- Pero... Pero si estamos peleados, entonces él no tiene razón para ir allá. Él está a salvo, ¿no?

——No lo sé, joven. Debemos esperar hasta las cinco ——recalcó igual de ansiosa.

Habían estado todo el día en el barrocal. Observando el desenlace de su plan.

El joven se mordisqueaba las uñas que ya no tenía, con insistencia. Podría vomitar por los nervios.

——Debe haber una forma... Alguna forma de hacer más que enviar solo eso. No es suficiente.

——Materializar cada letra, ya gasta demasiada energía. Lo lamento, pero hacer aquello es imposible.

El chico, completamente frustrado, hundió sus uñas en la piel desnuda de su brazo, arañándola con odio.

No podía fallar.

REESCRIBIENDO LAS ESTRELLAS [Soojun/Yeonbin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora