02: No le prestes

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El segundo día de clases fue tan raro como el primero.

Apenas entré al salón, algo me llamó la atención. Algo que estaba a la vista de todos, mas que todos parecieron ignorar.

No habían muchas personas porque solía llegar siempre entre los primeros, pero aún así, creo que una nota pegada en la pared junto a la puerta sería bastante obvia.

Por simple curiosidad, la despegué y leí.

Sentí algo extraño al leerla.

"No le prestes" estaba escrito.

Inmediatamente, recordé la nota del día anterior, la de mi cuaderno. Supuse que alguien estaba intentando jugarme una broma.

Solo éramos cuatro personas en el salón, así que pregunté abiertamente.

——¿Alguno de ustedes está mandándome notitas raras? ——Mostré el pedazo de papel y ellos detuvieron su conversación para girarse hacia mí, extrañados.

Todos negaron con la cabeza.

——¿Entonces quien pegó esto en la pared? No pudieron haberlo dejado de ayer porque hacen limpieza cada mañana antes del ingreso de alumnos.

——¿Pared? ¿Cuál pared? ——me contestó Yuqi ——. Jamas había visto esa nota en mi vida

——En la que está junto a la puerta ——expliqué con poca paciencia.

——No tengo idea, Yeon. ——Se encogió de hombros Seungmin.

Yeojin solo negó con la cabeza.

¿Cómo no la habían visto al entrar si estaba justo ahí?

——Pero ¿acaso no es esa tu letra? ——dedujo Yeojin.

No tenía idea de como responder eso. Porque sí; esa era mi letra.

——Sí... Quiero decir, no... ——Los tres amigos me dedicaron una mirada confusa ——. Olvídenlo ——Era muy tonto pensar que eran ellos. Claramente no.

——Bueno Jun, si sabemos algo, preguntaremos y te avisaremos, ¿de acuerdo? ——Asentí a lo que dijo Seungmin antes de dejarlos seguir su conversación e irme a mi asiento para pensar en el origen de esas notas raras.

Quince minutos después, la clase ya estaba repleta, con la profesora al frente, dictando las páginas del libro de historia que debíamos analizar.

Para mi mala suerte, HueningKai estaba al otro extremo del salón puesto que los asientos se organizaban por apellidos. Tendría que esperar al receso para comentarle el descubrimiento extraordinario.

Estuve subrayando un par de frases en el libro cuando de pronto sentí un toqué suave en el hombro.

Giré para encontrarme con el chico nuevo, en ese momento no recordaba su nombre. Me mostraba una sonrisa completa que exponían bonitos hoyuelos.

"¿Me podrías prestar un lápiz?" preguntó amable.

Tenía varios, así que le di uno.

"Gracias" susurró con la misma sonrisa antes de enfocarse en el trabajo.

"Tiene una bonita sonrisa" pensé "Algunos son los favoritos de Dios, sin duda".

REESCRIBIENDO LAS ESTRELLAS [Soojun/Yeonbin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora