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Una vez mi bebé estuvo a salvo, recién le comenté acerca de las notas desde el inicio.

Nunca llegamos a una conclusión de quien podría ser. Pero estábamos más que agradecidos con nuestro "ángel", como le decimos, porque si no hubiese sido por aquella personita, Soobin no estaría conmigo en estos momentos.

Él entre lágrimas, aquella noche del tiroteo, me dijo que yo era su angel y que, si no hubiese sido por mí, habría seguido el mismo destino que todos los que amaba.

Muy amargamente bromeó diciéndome: Te dije que estaba maldito.

A mí eso no me causó ninguna gracia, por lo que se ganó un lindo puño en su estómago. Imaginármelo fuera de mi vida, hacía que el corazón me doliera al punto de querer pararlo.

Pero todo era una tonta suposición, porque Soobin estaba ahí y estaba conmigo.

El día después, mandamos a alguien a traer el regalo de Soobin, porque sí. Yo estaba aún aterrado y él también de salir de casa.

No me imaginé que los anillos de plata que Soobin compró iban a ser para una futura boda. Bueno, no lo creí así hasta que me pidió matrimonio esa misma tarde.

Se arrodilló sin más en la pequeña salita, me extendió la caja, yo lloré al darme cuenta que sin Bin, mi vida habría sido lamentosa y solitaria, porque estoy seguro de que nadie más podría haberme hecho sentir como él, nadie pudo haber borrado mis inseguridades como él lo hizo, nadie más podría volverme mi mejor versión y yo no podría haber amado a nadie más.

Claramente acepté sin pensarlo.

Puedes casi morir un día y también al otro comprometerte con el amor de tu vida. ¿Por qué no? La vida es muy corta para estar deteniéndonos constantemente de lo que realmente queremos hacer y de eso nos dimos cuenta el tedioso día anterior.

Cada maldito día cuenta.

REESCRIBIENDO LAS ESTRELLAS [Soojun/Yeonbin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora