REESCRIBIENDO LAS ESTRELLAS [Soojun/Yeonbin]

28

Los votos, habían sido realizados, el beso y el "sí" ya habían sido dados.

Los dos esposos ahora estaban en la celebración de la boda.

La música estallaba a través de los parlantes amplificadores, haciendo que las personas quieran levantarse a bailar.

Hyuka, aún sin ser un buen bebedor era sostenido por Taehyun, quien ahora era un nuevo amigo del grupo.

Soobin había ido a hablar algo con el fotógrafo, mientras que Yeonjun se apartó un poco de la fiesta para ir a la mesa a nutrirse con todo lo que hubiera a su paso.

Mientras se engullía generosamente con lo bocaditos, sintió la garganta seca por las papitas y se giró en busca de un mesero con agua, chocando antes de hacerlo con alguien pequeño.

Se giró sorprendido al ver que era una anciana. La lista de invitados era bastante limitada y ambos novios conocían a todos en el lugar, le pareció extraño que la mujer estuviera ahí, pues no la reconoció y tampoco parecía ser una trabajadora.

Efectuó una reverencia en disculpa por el choque.

——Felicidades muchacho ——dijo ella sonriendo con una voz tierna.

Yeonjun le devolvió el gesto.

——Muchas gracias. ——Después volvió a hacer una reverencia respetuosamente para irse.

Fue entonces que vio a Bin dirigirse a él y se apresuró a llegar antes dando saltitos hasta alcanzarlo y abrazarlo cariñosamente por el cuello mientras el otro reía dándole golpecitos en la panza.

La anciana sonrió.

——¿Abuela? ——reconoció la voz de su nieto y se giró hacia él sin borrar su sonrisa ——. ¿Qué haces aquí? ——preguntó curioso ladeando la cabeza

——Hijo mío, te ves tan guapo en terno ——comentó entre risitas ——. Me recuerdas a tu abuelo.

Jinwoo sonrió por el comentario. Él sabía que su abuela lo amaba mucho.

——¿Que dices abu? ——bajó la cabeza, avergonzado ——. ¿Viniste a verme?

——De hecho, sí. Vine a despedirme, cariño

——¿Despedirte? ¿A dónde vas?

——Ya sabes como son los viejos, siempre somos impredecibles.

——¿Entonces te vas? ——preguntó curioso.

——Digamos que sí. Haré un viaje largo. No creo que nos veamos dentro de un buen tiempo, Jini. ——Acarició su mejilla con esa sonrisita encantadora.

Jinwoo hizo un puchero.

——¿Quién me va a ayudar con la bebé, entonces?

——Encárgate de cuidar a Minyoung y a mi niña. Sabes que puedo verte ——bromeó.

——Prometido ——Sonrió ——. Pero cuando vuelvas voy a exigirte que cumplas con tus obligaciones de abuela

Ella sonrió una vez más y acarició sus cabellos.

——Adiós, mi niño ——exhaló ——. Felicita a tus amigos y quédate con ellos siempre. Parecen ser buenos muchachos.

——Lo son ——Asintió ensanchando su sonrisa.

Ella se fue alejando de a pocos, mientras sacudía su mano en su dirección, su nieto haciendo lo mismo.

Cuando salió del establecimiento, sintió la fría brisa de verano golpearle el rostro. Inhaló y se permitió relajarse.

Al otro extremo del puente, había una mujer de cabellos cortos y rojizos que sobresalían por la capa negra. Sus ojos no podían ser vistos debido a la capucha negra que cubría hasta la nariz, solo dejando ver sus bonitos labios rosados naturales. La capa negra era larga; no se veían sus pies.

La anciana se acercó a paso firme hasta la mujer y se ubicó a su costado.

——¿Es hora? ——preguntó la anciana mirando al horizonte.

——Como interceptora divina, has faltado al juramento de no alterar el destino, lo cual es catastróficamente peligroso. Lo que has hecho es imperdonable.

——Estoy consciente de ello.

——Es una vida por una vida. Debes pagar por ello. Todo en la naturaleza tiene un costo, Jaehan.

——Lo sé.

——Es momento.

Ella no se arrepentía, lo volvería a hacer si pudiera. Pensaría en Yeonjun en el otro lado; también velaría por ellos.

——Antes de ir, dime una cosa. ¿Podré ver a mi hija y a mi esposo?

——Ellos están esperándote del otro lado ——informó la parca.

——Vamos ——dijo ella, sintiéndose más tranquila.

Entrelazó sus manos con la parca y caminó junto a ella, desapareciendo por completo acompañada de la neblina.