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Me encontraba sentado en la biblioteca, esperando a mi compañero de proyecto.

Las clases ya habían terminado, no obstante, los estudiantes podían seguir haciendo uso de las instalaciones.

Me sentía un poco nervioso después de los molestosos comentarios de Kai.

"Te gusta, admítelo".

"No me gusta".

"Lo miras como si fuese una deliciosa hamburguesa con papitas fritas, amigo".

"No seas idiota, solo lo veo porque quiero encontrar respuestas a todo esto".

"Y claramente la respuesta está tatuada en su bonita cara".

Esperaba que el golpe le haya dolido. Tenía que entender que Soobin no me interesaba en lo absoluto, solo era una parte del rompecabezas en el cual fui incluido involuntariamente.

"Hey" su voz me sobresaltó por la espalda "Siento la tardanza, pero tenía que terminar unos ejercicios de matemática por puntos extras" me sonrió mostrándome su dentadura "Aún no los termino, ¿Te importaría si los termino ahora? No tomará mucho".

Yo solo asentí y él me volvió a sonreír en respuesta.

Me estresaba que sonriera tanto. No me gustaba. Me daban ganas de sonreír cuando no había una buena razón para hacerlo.

Soobin se sentó junto a mí en la mesa y sacó de su mochila una hoja y ese lápiz que le presté/regalé.

Se puso a resolver concentrado.

Yo puedo jurar que intenté durísimo no observarlo. Pude sacar mi laptop e ir avanzando con la maqueta, la presentación, o tal vez alguna otra tarea, pero no pude, no me dio la gana. Ese chico tenía un imán encima para los ojos, que sé yo.

Solo no podía dejar de mirarlo.

Luego lo recordé: "No lo mires"

Bajé la mirada por inercia.

Y no lo hice porque lo dijera en el papel ese. Lo hice porque era incómodo que lo mirara tanto. Era raro. No quería darle la razón a Hyuka, así que me obligué a acatar lo que decía el papel y le dije que iría a buscar libros de física. Él asintió sin verme y me fui lo más lejos que pude disque a buscar.

——¿Tengo algo en la cara? ——preguntó divertido Soobin al darse cuenta de la persistente mirada del peliazul.

——No, no... Solo... ——Yeonjun maldijo en su interior por su falta de delicadeza ——. Parecen gustarte las matemáticas ——Se le ocurrió decir, arrepintiéndose al instante.

Soobin soltó una ligera risita.

——Las odio, por eso mismo necesito los puntos ——admitió ——.Pero gracias ——Le sonrió contagiándole la sonrisa al mayor.

Soobin se percató del ligero tono rosado que empezó a apoderarse de las mejillas del más bajo, y Yeonjun lo sintió, el calor.

——Yo no soy tan bueno, pero creo que podría ayudarte ——musitó, con ganas de estamparse la cabeza en el suelo. Estaba tan avergonzado. Dios.

——Me encantaría eso ——dijo con honestidad.

Yeonjun le llamó la atención desde el día uno, cuando se giró a ver quién era su apuesto compañero de carpeta; su actitud arisca, frívola, pero a la vez amable y artificioso. Quería descifrarlo, ser su amigo, conocerlo.

Pero dar el primer paso siempre da miedo.

——Bien. Si tienes las restantes correctas, te dejaré quedarte el lápiz. ——Sonrió burlón después de regañarse a sí mismo; no había razón para estar nervioso.

Soobin se dio cuenta de que no se lo había devuelto. Rió porque al parecer, al mayor no le molestaba.

——Es un buen regalo de bienvenida.

Ambos compartieron una sonrisa un poco más duradera antes de mirar la hoja.

Soobin no lo sabía, pero había provocado más sonrisas en el peliazul durante esos diez minutos, que lo que cualquier persona había logrado en un año.

Incluso sin saberlo, se sentía bien.

♪ Tal vez podamos reescribir las estrellas

REESCRIBIENDO LAS ESTRELLAS [Soojun/Yeonbin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora