CAPÍTULO 8 : PIZZA

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Había un gran silencio en el auto, Mitsuki no quería preguntar de lo que su hijo había hablado con Izuku, aunque la curiosidad le ganaba, pero de todas formas no podía decir mucho, ya que Amaya estaba presente.

—Mamá ¿Entonces donde estudiaré a partir de ahora?— preguntó la niña, Katsuki suspiró ante la pregunta.

—Buscaremos otra escuela, no quiero que pierdas el año...— respondió el rubio, se encontraba algo pensativo después de haber hablado con Izuku.

—¿Pero donde?— volvió a preguntar.

—No lo sé Amaya, si lo supiera te lo diría ¿No crees? —la forma en la que acababa de responder no fue muy agradable, la niña agachó la cabeza un poco triste, su mamá no solía hablarle así.

—Katsuki...— llamó la mujer en un tono de regaño, en ese momento el rubio se dio cuenta de como le había hablado a su hija y terminó por maldecir internamente.

Se estaba sintiendo sofocado, habían pasado varios años desde que su mente estuvo llena de tantos pensamientos innecesarios sobre Izuku.

—Rulosa...— dijo Katsuki— No estoy enojado... Solo estoy un poco estresado...— la niña se mantenía con la cabeza gacha, Katsuki sabía que no debió desquitarse con ella— Vamos mirame, no me ignores...— trató de sonar mas amable, en ese momento vio como los hombros de su hija empezaban a temblar— (Mierda, no llores)— se lamentó internamente.

Algo en lo que Amaya y Katsuki se parecían mucho, era que a ninguno de los dos les gustaba que los vieran llorar, o por lo menos a ella no le gustaba que su mamá la mirara de esa forma, Katsuki sabía perfectamente que la niña se estaba aguantando las lágrimas.

—(Tenías que ser llorona igual que ese idiota...)— no sabía como actuar cuando Amaya se encontraba en ese estado— Rulosa... ¿Quieres un abrazo?— preguntó —Si me quieres ignorar entonces yo tampoco te veré, pero recibe el abrazo —se acercó a ella y la rodeó en sus brazos, Amaya rápidamente ocultó su rostro en el pecho del contrario, éste al instante pudo sentir como empezaba a desahogarse— (¿Que mierda estás haciendo Katsuki? Sólo debes pensar en tu hija, ella es la única que importa)

(...)

Izuku llegó a la agencia de héroes, había tardado demasiado, de algún modo se había mantenido pensativo sobre lo que pasó en el hospital.

—Midoriya llegaste...— dijo Todoroki al ver al mencionado, este se encontraba con una taza de café en la mano.

—Hola Todoroki...

—Tardaste más de lo que prometiste...— Izuku había pedido un permiso para ausentarse ya que iría a ver el lugar donde se mudaría.

—Lo siento, hubo un incendio en mi camino de vuelta aquí y no pude evitar involucrarme, lamento tardar tanto...— respondió un poco apenado — Aunque... Me encontré con Katsuki en el hospital...— el pecoso pudo ver que los ojos del contrario se abrieron ligeramente por la sorpresa, eso se le hizo un poco extraño— ¿Tú sabes porqué él estaba ahí?— preguntó.

—Supongo que tuvo algún pendiente en ese lugar— volvió a relajar su rostro evitando la mirada expectante del contrario, Izuku suspiró ante eso.

—¿No me lo dirás?— preguntó un poco mas insistente.

—¿Que debería decirte?— respondió.

—Seré mas directo, Katsuki tiene una hija— Izuku lo pensó en su camino a ese lugar, sabía que su compañero Shoto estaba al tanto de eso, después de todo las agencias solían dar seguros médicos a los héroes y a su familia, en este caso la única que contaba como familia de Bakugo sería Amaya.

 NUNCA MÁS - DEKUKATSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora