CAPÍTULO 11 : SOMETER Y ROMPER

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La mirada de Izuku se mantuvo fija en la pequeña urna dorada que estaba en el altar, siempre había considerado que los Bakugo no eran una familia religiosa, así que ver ese tipo de cosas dentro de la casa del omega le sorprendió un poco, aunque también era consiente que no necesariamente debía ser algo relacionado con la religión.

—(¿De quién podrá ser?)— se preguntó, aunque en ese momento el hormigueo en su brazo volvió a fastidiarlo, eso hizo que su atención se centrara en sus propios problemas —(Quizás me estoy enfermando...)— supuso al no encontrarle una razón a lo que sentía, de inmediato sacudió su cabeza para no pensar de más, no se quería sugestionar con ideas sin sentido.

—Izuku, ¿Aún está aquí?— la repentina voz de Amaya llegó hasta sus oídos, de manera rápida, la mirada de Izuku se dirigió hacia ella, esta se encontraba moviendo su nariz tratando de olfatear el ambiente— ¿Aún no encuentra el baño?— preguntó dando por hecho que el alfa seguía ahí.

Izuku sonrió al verla, a pesar de que hace solo unos minutos habló con ella, le causaba mucha ternura tenerla frente a él, la pequeña era un poco distinta al como recordaba a Katsuki de niño, por lo menos ella no le gritaba.

—Si, aún estoy aquí, me distraje con algo...— respondió el pecoso, la pequeña inclinó su cabeza con un poco de confusión.

—¿Con qué?— preguntó de manera curiosa.

Al recibir esa pregunta, Deku dudó un poco si debía preguntar algo al respecto de lo que estaba en el pasillo, quizás era un asunto delicado que podría traerle malos recuerdos a la niña.

—No es nada, Amaya...— respondió prefiriendo callar, luego se agachó a la altura de la niña y le acarició la cabeza.

—Dígame con que se distrajo — pidió la niña con un tono mas curioso —Por fis.

—(¿Debería preguntar?)— dudó un poco, Amaya en verdad parecía curiosa— ¿Puedo preguntarte algo?— ante eso la niña no titubeó en asentir —Bueno... ¿De quién es el altar que está aquí?— finalmente preguntó aunque su voz sonó dudosa.

—¿El altar?— preguntó solo para confirmar lo que escuchó.

—Sí...

—Oh, es Ame— respondió sin rodeos—Ella es mi hermana— los ojos de Izuku se abrieron ante esa respuesta inesperada.

—¿Tu hermana?— preguntó sin creer lo que escuchó.

Si el altar en realidad era de la hermana de Amaya, eso significaba que también era hija de Katsuki, entonces, él había perdido una hija.

—Sí, Ame es mi hermana gemela —volvió a responder, los ojos de Izuku se abrieron aún más de lo que ya estaban, al parecer esa respuesta lo había tomado por sorpresa.

De pronto se le cruzó por la mente lo que sucedió en el pasillo cuando Izuku le preguntó a Katsuki sobre el padre de Amaya.

[[—Pero... ¿Tú estás bien?— preguntó Izuku, su expresión cambió a una de preocupación —Escuché que en el embarazo de un omega el padre del niño debía estar presente.

—Estoy bien —dijo Katsuki— Ya te dije todo, entonces deja de molestar — se veía molesto —Me tengo que ir...]]

Ahora que lo pensaba, Katsuki parecía muy a la defensiva con ese tema, de hecho, respondió su pregunta sobre el padre de Amaya, pero al mencionar su embarazo, fue cuando se puso aún más molesto.

—(Fui tan insensible...)— se lamentó, había hecho preguntas muy molestas —(Soy de lo peor...)— agachó su cabeza, al parecer se sentía decepcionado por su comportamiento —(¿Quizás lo perdió en su nacimiento?)

 NUNCA MÁS - DEKUKATSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora