CAPÍTULO 16 : EMOCIONES

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Katsuki acababa de volver a casa de sus padres luego de su cita medica, la razón de eso era que debía recoger a su pequeña Amaya.

—¡Mamá!— exclamó la niña mientras arrojaba su cuerpo contra Katsuki —¿Que fuiste a comprar?— preguntó dándole un fuerte abrazo— Tardaste mucho.

El rubio no le había dicho a su hija la verdadera razón por la que había salido.

—No era nada importante —respondió el omega dándole un pequeño cariño en la cabeza, se veía mas anim
ado al verla.

—¿Se quedarán a comer?— interrumpió la madre de Katsuki.

—No, volveremos a casa, tengo algunas cosas que hacer...— respondió el rubio.

—¡Pero yo me quiero quedar con mis abuelitos!— dijo Amaya, se veía algo decepcionada— Y también con Lulu— el pequeño perro solo dio un ladrido al escuchar su nombre.

Katsuki suspiró al oír a su hija.

—Si nos quedamos aquí no podremos planear el día de mañana —dijo Katsuki acariciando un poco los cabellos de la niña.

—¿Mañana?— preguntó la pequeña

Los ojos de Amaya brillaron al escucharlo, acababa de recordar que al día siguiente tendrían una cena con Izuku.

—¡Si, entonces volvamos! —exclamó la pequeña, en su rostro se había formado una gran sonrisa.

Sin esperar más Katsuki y Amaya decidieron marcharse

Aunque el rubio no deseaba que esa cena se realizara, aún así ya había hecho la estupidez de invitar a Izuku y ahora no podía retractarse, sobre todo cuando veía lo emocionada que estaba su hija.

—(¿Como acabará esto?)— se preguntó Katsuki— (Seguro será una total mierda)

Katsuki se sentía algo inquieto de que su hija pasara mas tiempo con el alfa.

(...)

La respiración rápida que se escuchaba de aquel omega era extrañamente irresistible, sus caderas se movían por si solas mientras que su entrada trasera apretaba fuertemente su miembro cada vez que salía y entraba en el, la forma en como se sentaba sobre su cuerpo era muy provocativa.

—Deku ah...— la voz agitada de cierto rubio se oía feliz.

Las manos del alfa sujetaban con fuerza la cintura del contrario mientras que este no parecía querer detenerse.

—Kacchan, abre un poco más las piernas— pidió Izuku.

Como si de un gran anhelo se tratara, Katsuki obedeció al instante y sin que pasara mucho tiempo, Izuku hizo que este se diera la vuelta sobre la cama, el rostro del rubio se veía muy rojo, su cuerpo estaba sudado y caliente, además, el aroma de sus feromonas era muy adictivo, Izuku quería más del omega que tenía frente a él.

El alfa empezó a recorrer sus manos por todo el cuerpo del contrario y a la vez podía sentir como su piel se sobre saltaba cada vez que tocaba un punto nuevo.

—Deku— Katsuki no paraba de repetir su nombre mezclado entre gemidos.

—Kacchan...— susurró cerca de su oído y continuamente empezó a lamer esa zona.

Esa acción provocó que los gemidos del rubio se escucharan mas fuertes, Izuku conocía perfectamente el cuerpo de Katsuki, tanto así que ya sabía donde estaban sus puntos mas sensibles.

—(Se siente bien, se siente bien)— la mente de Katsuki solo podía pensar en el placer que el alfa le daba— Deku...

—Kacchan— nuevamente el pecoso tomó el cuerpo de Katsuki y esta vez le dio la vuelta sobre la cama, el rostro del omega quedó pegado en la almohada.

 NUNCA MÁS - DEKUKATSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora