Capítulo 4: Castigos.

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Castigos

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Castigos

-¡Hanguang-jun! -, Wei Ying se acercó a Lan Wangji. Habían pasado apenas dos semanas de la llegada de Wei Ying, y este ya había causado todo un desastre con sus travesuras en Gusu Lan. Incluso ya tenía harto a su propio Shidi, Jiang Cheng.

En su primera semana en la profundidad de las nubes, intentó traficar alcohol para los estudiantes y para si mismo, pero fue reprendido por Lan Wangji, quien vigilaba desde la torre más alta. Lo castigó frente a la piedra en la que estaban escritas las reglas del clan Gusu Lan. Y en sus casi tres semanas que llevaba allí, había recibido casi diariamente castigos.

-¿Cuando dejarás de causar problemas? -, le habló su Shidi -, ¡esto no es el embarcadero de loto, no puedes romper las reglas! Aún no entiendo como Lan Wangji te soporta.

-¡Yo no entiendo como tienes una relación tan cercana con un dios! -, exclamó Nie Huaisang, otro estudiante.

-¿cercana? -, dudó Wei Ying.

¿Su relación con Lan Wangji era cercana? Su relación básicamente consistía en molestar a su superior y huir de sus travesuras. Bueno, molestar a un dios ya de por si era bastante peligroso. Hasta donde recuerda siempre había sido así, desde que lo encontró por primera vez. Se sentaba a su lado a escuchar como tocaba arpa, o jugando con los peludos conejos que Lan Wangji acostumbraba tener.

-¿Otro castigo? ¿Cuantos has recibido esta semana? -, escuchó como la voz de Lan Wangji lo llamaba a sus espaldas. Wei Ying se encontraba de rodillas frente a la pared con las 3000 reglas de Gusu.

-Hanguang-jun... ¿por qué hay tantas reglas? -, Wei Ying ignoró su pregunta inicial y respondió con otra.

-En todo lugar debe haber reglas.

-¿Los dioses reciben castigos? -, Wei Ying realmente quería saber si Wangji alguna vez había sido castigado, y el como castigaban a los dioses.

-Mnn

-¿Tú has recibido alguna? -, varia lo que fuera para llenar su curiosidad.

-Nunca -, fue la firme respuesta de Wangji

-¿Por qué reciben castigos?

-Solo hay tres maneras en la que un dios pueda ser castigado -, explicó -, la primera; abuso de poder, segunda; Asociarse al mal, y por último...

Dejó de hablar cuando notó que su oyente estaba prestándole más atención a las hormigas que caminaban por la nieve que a su explicación.

-¡Mira! ¡son negras!

Lan Wangji suspiró. Wei Ying nunca cambiaría.

Por último; amar a un mortal...



El castigo de Lan Wangji| WangXian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora