<< El dios de la profundidad de las nubes >>Frío.
Sentía el frío aire traspasar su piel hasta llegar a sus huesos, aún estando cubierto por esa melena blanca como la nieve, resplandeciente en luna llena, su pelaje no le daba la protección que necesitaba. Lan Wangji vagaba por las calles con la mirada congelada en el suelo. Buscando a la única persona que sabía que podía ayudarlo.
Sus peludas patas pisaron la tierra llenándose de suciedad, al notarlo inmediatamente se limpió contra el pasto aún mojado por la lluvia. ¿Cómo había pasado de ser un dios en los cielos a caminar por la tierra y el lodo en forma de un lobo blanco?
Era una noche bella, pero el se encontraba devastado en sus problemas aún andando por las frías calles de un pequeño poblado en las faldas del monte Luanzang. Por obvias razones, no podía ir a una posada y pasar la noche refugiado del frío, después de todo era un simple animal salvaje por las calles. Por lo que se recostó dentro de las pajas que los campesinos usaban para alimentar a sus bestias, y trató de darse un poco de calor.
Su vida había cambiado de un momento para otro, aunque sabía que tenía un poco de responsabilidad de las consecuencias. El decidió, y ahora estaba recibiendo su castigo.
Trató de descansar, después de todo ahora era un ser mortal y tenía que hacerlo, a lo que no estaba acostumbrado. Una deidad nunca dormía.
-Lan Zchan, ¿quién decide lo que es bueno y malo?
Esa voz.
Resonaba entre sus sueños como un eco en una cueva silenciosa. Parecía que esos recuerdos seguían frescos en su memoria y aún siendo un mortal, conservaba la imagen de esa persona como una foto mental.
Sintió un helado liquido ser arrojado a su cuerpo. Un campesino había vertido agua congelada sobre él con la intensión de sacarlo de donde estaba. Lan Wangji se sintió extremamente ofendido, ¡el era un dios! ¡ese tipo de tratos merecían un castigo!. Al no esperar ese ataque sorpresa, su cuerpo se sobresaltó temblando al instante y salió corriendo en cuatro patas para evitar que el anciano siguiera arrojándo agua.
Al estar completamente despierto, siguió vagando por las calles, hasta encontrar un basurero. Si. Era totalmente una vergüenza que un dios comiera de un basurero, pero no quería ser el primer dios en cuerpo de lobo que muriera por hambre. Así que se acercó a olfatear la porquería del suelo.
Comía tranquilo los restos de una sopa Aguada cuando escuchó cierto nombre que captó su atención.
-De nuevo Wei Wuxian, causando problemas -, exclamó uno de los trabajadores cerca del basurero, mientras depositaba sin cuidado la bolsa de restos de comida -, podrá ser muy temido por todos, pero para mi es un simple mortal. Si lo tuviera en frente ya habría hecho rodar su cabeza.
-He oído que llegó al monte Luanzang recientemente, junto a ese perro de... ¿cuál era su nombre? -, le siguió otro trabajador -, ¡Wen Ning!
-Desde que llegó han habido más criaturas demoníacas merodeando por el pueblo -, exclamó molesto el anciano -, si no fuera por su flauta magica, no seria más que un simple cultivador. ¡Que poco ortodoxo!
Mientras los ancianos seguían hablando, Lan Wangji se alejó de la basura, aún con hambre pero más prisa tenía de encontrar al susodicho. Ahora definitivamente había confirmado que se trataba de la persona que él buscaba, la única que podía ayudarlo a volver a ser lo que era antes. Y también la causa de lo que era ahora.
Wei Wuxian, o como el mundo lo había nombrado, Patriarca de Yiling.
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✨Muchas gracias por leer y por darme la oportunidad.✨
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El castigo de Lan Wangji| WangXian
Fanfiction[OBRA TERMINADA] Una deidad atrapada en el cuerpo de un canino, se acerca con el propósito de liberar su alma a un ser demoníaco capaz de hacer que recupere su cuerpo. Pero para desgracia de Lan Wangji, ese cultivador demoníaco le teme con brutalida...