[OBRA TERMINADA]
Una deidad atrapada en el cuerpo de un canino, se acerca con el propósito de liberar su alma a un ser demoníaco capaz de hacer que recupere su cuerpo. Pero para desgracia de Lan Wangji, ese cultivador demoníaco le teme con brutalida...
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Amistad
Tres años después...
Habían pasado tres años desde la ceremonia. Y su relación con el segundo jade parecía cada vez más lejana, dejando de visitarlo cada año y darle regalos, y la razón de su alejamiento no era nada más y nada menos que las nuevas responsabilidades de Wei Wuxian. Era la mano derecha del nuevo líder, Jiang Cheng, y el discípulo principal de la secta Yummeng Jiang.
Aunque conservaba esa característica sonrisa y alegre energía, ahora su apariencia era más madura.
-¿Dónde vas esta vez? ¿De nuevo con los Wen? -, lo detuvo Jiang Cheng. ¡Oh! Lo olvidaba, después de la ceremonia y debido a su irremediable curiosidad, se había encontrado a los Wen en muchas ocasiones.
Primero al más joven de ellos, un timido muchacho de nombre Wen Ning, mientras practicaba tiro con arco, Wei Wuxian pudo verlo de lejos y sin poder controlar sus impulsos, se había acercado a él. El joven cultivador se alejó con timidez pero Wei Wuxian fue más rápido y le ofreció su ayuda en el tiro con arco.
-Eres bueno, ¿por qué entrenas solo aquí? ¿Tu secta no tiene entrenamientos? -, preguntó.
-Los tiene, pero aun soy menor para poder entrar a ellos -, explicó. Wei Wuxian tuvo la brillante idea de enseñarle alguno de los trucos que el había aprendido.
-Déjame ayudarte -, se acercó, posicionándose detrás de él y tomando uno de sus brazos para poder guiarlo con más comodidad.
La segunda vez que se encontró a un miembro del clan Wen, fue en una caceria nocturna. Wen Qing y su hermano menor, Wen Ning, fueron acusados de robar presas de las demás sectas, algo que parecía creible hasta que el verdadero culpable salió a la luz. Wei Wuxian mostraba un gran interés por estas personas, algo llamaba su atención de una manera inexplicable.
Por último estaba Xue Yang, que no era precisamente miembro de la secta Wen, pero que por alguna razón se encontraba siempre con ellos. Wei Wuxian lo notó cuando encontró a estas tres personas detrás de la montaña Dafan, junto a la diosa de piedra. Al seguirlos tan de cerca, era fácil que estos se dieran cuenta, y fue precisamente lo que pasó.
Esas personas, enviadas del clan Wen, no tenían buenas intenciones. Era obvio, pero ¿por qué Wei Wuxian sentía que tenía que descubrir lo que tramaban?
Con esas intenciones se acercó a ellos, hasta ganarse la confianza del menor y posteriormente de Wen Qing. Con Xue Yang fue diferente, esta persona le trasmitia una vibra caotica. Cuando lo encontró vagando por el bosque, cortando todo a su paso con Jiangzai, su fiel espada.
-¿Qué te trae por mi camino, Wei Ying? -, preguntó Xue Yang. Wei Wuxian se sorprendió un poco por su habilidad para sentir a las personas aún estando lejos. Sin mucho que hacer, salió de su escondite y le dio la cara al maniático frente a él -, ¡oh! En verdad eres tú.
-¿Qué traman tú y tu secta? -, cuestionó sin rodeos -, ¿por qué se han quedado en El Embarcadero de Loto más tiempo?
Xue Yang rió estruendosamente, como burlándose de él.
-¿En verdad no sabes por qué? Pequeño Wei Wuxian, mejor no te metas en asuntos que no te pertenecen -, se acercó peligrosamente hasta estar frente a frente. Wei Wuxian no permitió que lo intimidara y le mantuvo la mirada.
-¿Qué clase que magia es la tuya? -, cuestionó nuevamente.
-Debo dejarte claro que yo no uso ningún tipo de cultivo además de la espada -, Xue Yang sonrió -, repito, no es de tu incumbencia.
En otras ocasiones en las que se encontraron, Wei Wuxian tuvo la oportunidad de acercase más a él, hasta llegar a parecer buenos amigos. Eso parecía.
La noticia de su aparente amistad, en semanas ya habían recorrido todo el mundo de los cultivadores. El rumor de que Wei Wuxian se estaba desviando y asociando con la secta Wen, no se hizo esperar. Fue tal la bulla, que llegó a los oídos de los jades en la profundidad de las nubes, y cierta peculiar persona, realmente le había desagradable saber esta noticia.
Nadie imaginaba lo que pasaría después...
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¡Buenos días¡ tengan un lindo día. Hoy tendremos, además de este, otros dos capítulos, como agradecimiento al apoyo que le han dado a la obra. Gracias, gracias.
