Capítulo 40: Final.

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<<Antes de comenzar quiero aclarar que además de este, va a haber un final alternativo, se publicara después de este para evitar confusiones.>>

Oportunidades

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Oportunidades

-¡Dicen que el poderoso Dios de la literatura y amo de las fragancias, escapó hábilmente junto a un cultivador de nombre Xue Yang! ¡ambos huyeron de las garras de la bestia!

Un grupo considerable estaba reunido alrededor de la mesa de un viejo hombre que relataba fervientemente una leyenda fantástica que fascinaba a los niños, quienes eran sus principales oyentes. El restaurante estaba casi vacío y el único ruido provenia de aquella mesa donde el anciano asombraba a los pequeños con sus sabias palabras.

-¡Wow! ¿¡eso fue verdad!? -, exclamó uno de los pequeños oyentes.

-¡Totalmente! La bestia era tan grande que solo sus alas destruían una vivienda entera! Algunos dicen que el Dios de la paz fue devorado por aquel animal demoníaco, otros cuentan que su propio hermano se deshizo de él; pero la verdad es tan incierta como el paradero del Patriarca Yiling y su compañero de cultivación, Lan Wangji.

-¡Maestro! ¿Y que pasó con la bestia? -, preguntó una niña de pequeña de coletas bien sujetas con moños rojizos.

-Las leyendas dicen que el animal siguió a su creador como un perro fiel sigue a su amo; pero al poco tiempo el Patriarca tuvo que dejarla en libertad, junto a su seguidor más leal.

-¿Se refiere a Wen Ning? -, parecía que los pequeños conocían bien la historia y aun así se fascinaban con cada uno de los detalles.

-Aquellas personas desaparecieron como el polvo en una tormenta, se las llevó el viento hace muchos años, y lo único que queda son las historias que ciertas o no, los mantienen con vida -, el anciano sujeto tambaleante su vaso de porcelana para después beber el contenido y seguir con sus palabras -, Wei Wuxian fue odiado por clanes enteros, Lan Wangji decepcionó a los cielos, pero al final, su aprecio por el otro fue más fuerte. Algunos cultivadores, aseguran verlos de vez en cuando, destruyendo demonios y impartiendo paz, pero eso, niños, son solo rumores... Yo soy muy viejo, pero les aseguro que una vez tuve el honor de conocer a esas leyendas.

-¡Abuelo! ¿Otra vez contando esas historias?, niños, no escuchen lo que dice este anciano desquiciado -, interrumpió una voz madura, un hombre corpulento junto a una bella mujer de dulce sonrisa.

-¡Tu sabes que es verdad! ¡Mian Mian iba a ser esposa de Wei Wuxian! -, gritó su anciano y se levantó brutalmente de la mesa, siguiendo el camino del hombre dispuesto a golpearlo con el bastón que lo ayudaba a caminar.

La historia había terminado, y los niños corrieron a sus mesas junto a sus padres que los esperan tranquilamente. Solo la niña de moños rojos se quedó junto a la mujer en la mesa.

El castigo de Lan Wangji| WangXian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora