[OBRA TERMINADA]
Una deidad atrapada en el cuerpo de un canino, se acerca con el propósito de liberar su alma a un ser demoníaco capaz de hacer que recupere su cuerpo. Pero para desgracia de Lan Wangji, ese cultivador demoníaco le teme con brutalida...
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Recuerdos
La primera vez que vio verdadera decepción en los ojos dorados de Lan Wangji, y la primera vez que tuvo miedo a seguir su camino, fue en el Embarcadero de Loto. Habian estado corriendo por toda la extensión del mundo de la cultivación, rumores sobre Wei Wuxian y el mal camino que estaba tomando.
Wei Wuxian en toda su niñez y adolescencia, había sido un joven alegre de sonrisa encantadora, corriendo y jugando por todos lados, molestando a Jiang Cheng y haciendo enfurecer a Madam Yu. Cuando sus padres muriendo y fue acogido por la mano generosa de Jiang Fengmian, criado como un hijo más, junto a Jiang Yanli y el pequeño Jiang Cheng. Wei Wuxian era un joven brillante que dominaba todas las áreas del cultivo, indudablemente atractivo y de gran talento. Apesar su personalidad atrevida y desenfrenada, se encontraba en el cuarto lugar de los jóvenes maestros y eso era un orgullo para todo Yummeng Jiang, pero el terrible rumor de su constante acercamiento a la secta Wen, fue una noticia devastadora.
La secta Wen era odiada por su poca lealtad a las demás sectas, por ambicionar el poder y crear guerrillas entre los propios cultivadores. Incluso la secta Gusu Lan tenia tachado a todo cultivador perteneciente a la secta Wen. Debido a esta mala reputación, era de esperarse que el vago rumor de que Wei Wuxian estuviera coludido a ellos alterará al mundo de cultivación.
Y justamente, parte de ese rumor esa cierto.
Habia estado vagando por lugares llenos de feroces fantasmas, tratando de conseguir cierta magia poderosa de la que antes de había hablado Xue Yang.
—El sello del tigre estegio, el máximo poder —, recordó las palabras de Xue Yang —, quien pueda controlar semejante poder, tiene el control del mundo de la cultivación.
Quiera probar si las palabras de Xue Yang eran ciertas. Encontrar dichosos poder y cultivar de él.
Le gustaba el calor del Embarcadero de Loto, siempre existía ese ambiente agradable y el sol resplandeciente. Recuerda perfectamente esa tarde en Yummeng, en una de las barcas del río, disfrutando de la luz solar y la paz que le brindaba el lugar. La suave brisa rozando su piel como caricias y sutiles toques. El cielo despejado como un techo firme.
Wei Wuxian había escapado de sus responsabilidades para tomarse un tiempo de paz, poco le duró, pues pronto de escucharon pasos furiosos en el muelle. Estaba un poco alejado de la orilla, por lo que no se molesto en abrir los ojos ni en darle importancia.
—Wei Ying —, sorpresivamente se escucho la voz aspera de Lan Wangji, que sin aviso estaba parado correctamente en el muelle. Wei Wuxian saltó de sorpresa, pero se recopuso a los segundos, dedicándole una sonrisa.
La expresión de Lan Wangji lo alertó un poco, no era usual que el segundo jade lo visitara por sorpresa y que además cargara con él un gesto de mal humor y con segmentos de enojo.
