[OBRA TERMINADA]
Una deidad atrapada en el cuerpo de un canino, se acerca con el propósito de liberar su alma a un ser demoníaco capaz de hacer que recupere su cuerpo. Pero para desgracia de Lan Wangji, ese cultivador demoníaco le teme con brutalida...
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<<Flashback>>
Alternativas
Sus manos estaban unidas por la fuerza que ejercía Lan Wangji sobre la suya con la sensación ardiente del roce de sus pieles, guiándo hasta un lugar solitario en el que nadie pudiera escucharlos. Entonces, Lan Wangji soltó su mano y la calidez de esta se fue disipando poco a poco.
—¡Lan Zhan! ¿¡por qué hiciste eso!? —, recriminó Wei Wuxian sobando dramáticamente sus dedos, como si lo hubiera lesionado —, tienes tanta fuerza que no pude resistirme a ti. ¡Deberias ser dulce conmigo!
Lan Wangji sabia que estaba fingiendo, no solo porque conocía sus manipulaciones, si no porque no había aplicado la suficiente fuerza para lastimar a Wei Wuxian, por lo que no le tomó importancia a los quejidos de Wei Wuxian.
—Lo prometiste —, murmuró bajito. Wei Wuxian apenas puedo escucharlo y contestar.
—¿Qué se supone que prometí?
—No ir por el mal camino —, contestó, recordandole aquella promesa que ambos hicieron antes de la cena de compromiso y dándose la vuelta para mirarlo directamente a los ojos —, ¿no lo recuerdas? Olvidas fácilmente este tipo de cosas.
Wei Wuxian lo recordaba, esa noche Lan Wangji atrajo las luciérnagas para él, esa noche sintió su corazón revolver todo su interior y una sincera promesa crecer entre ellos dos. En ese entonces, en verdad tenía intenciones de cumplirlo.
—Lan Zhan, no deberías acusar a las personas sin investigar primero —, reprochó. Se encontraban cerca de un río, árboles frondosos a su alrededor y piedras asimétricas por todos lados, el lugar perfecto para una conversación sincera. Wei Wuxian se acercó a la orilla del río, tocando con sus dedos las frías aguas y mojando su rostro con ellas —, me alegra volver a verte y lamento no poder quedarme más tiempo contigo.
Al levantarse, Lan Wangji ya estaba parado rectamente frente a él.
—Wei Wuxian —, escuchar su nombre común salir de sus labios le provocó un leve escalofrío, y un poco de dolor en el corazón.
–Lan Wangji —, respondió utilizando igualmente su nombre común —, por favor, no es momento para que estés en desacuerdo conmigo. Nos volveremos a ver, y espero que sea pronto.
Antes de irse pasando por su lado y rozando hombros, le dedicó una sincera sonrisa, de esas que son tan trasparentes que te duele solo verlas. Porque Lan Wangji sabia que volverían a verse, no sabía cuando, pero sin duda no seria en una buenas condiciones.
No intentó detenerlo, aunque en la punta de sus dedos sentía leves cosquillas, como invitándolo a tomar a Wei Wuxian y no dejarlo escapar.
—No sigas —, habló antes de que Wei Wuxian escapara, este se detuvo tal solo unos segundos, como dudando de continuar sus pasos—, no puedo protegerte si sigues ese camino.