~Chris Evans Fanfic~
Sigue a la familia Evans por diferentes etapas y momentos en sus vidas.
Desde su boda hasta los cumpleaños.
Desde los accidentes hasta las reuniones en la escuela.
Desde las noches familiares hasta los castigos.
Desde las citas...
No estaba segura de actualizar... pero, porque no?? Dedicado a todas las que respondieron a la pregunta en mi perfil 😘😘
Y ¡feliz cumpleaños para el tío RDJ!
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—Estoy llegando a casa ahora.
Balanceo a Cameron en mi brazo, con mi bolso en mi hombro y las llaves de casa junto al teléfono en mi mano libre junto a la correa de East, el cual camina dando pequeños saltitos a mi lado, su cola golpeando el aire.
—¿Estás bien? ¿Los bebés están bien? —pregunta Chris desde el otro lado del teléfono, su voz un poco preocupada.
—Estamos bien, Lisa vendrá más tarde a ayudarme un poco para poder descansar —le notifico sosteniendo el aparato contra mi mejilla y mi hombro para poder abrir la puerta—, dime porque fue buena idea quedar embarazada cuando Cameron aún no tiene un año.
—No lo fue, vamos por lo arriesgado —lo escucho reír, un sonido grave y relajado que inmediatamente pone una sonrisa en mi rostro—, serán muchos más cambios de pañales.
Entro a la casa y enciendo las luces rápidamente antes de cerrar la puerta, asegurándome que East está adentro antes de soltar su correa, sonriendo al verlo correr con la estela de tela tras de él.
—Espero que estés listo para ser quien se despierte en la madrugada, porque te lo estoy dejando todo —murmullo, dejando mi bolso en la mesilla del recibidor.
—Lamento no estar allí ahora, pero después de esto me tendrás todos los días hasta que el nuevo bebé llegue —dice él.
Escucho un susurro de voces agolpándose diciendo cosas inentendibles y comprendo que ya debe estar saliendo de su tráiler para volver a rodar.
—Vas a terminar cansándote de mi —casi puedo ver su sonrisa y me apresuro a dejar a Cameron en su sillita alta para buscar algo para alimentarlo puesto que comienza a quejarse y removerse, su carita arrugándose y ya lo veo llorar.
—Solo te digo que te mantendrás alejado de mi cuando este bebé nazca, por lo menos durante tres años —arrojo y escucho su risita.
—Consideraré visitar al médico para cancelar la suscripción de nadadores hasta que me digas que quieres otro bebé —niego con la cabeza con una sonrisa al pensar en cómo ha soltado eso con tanta facilidad cuando debe estar rodeado de personas.
Coloco el puré de papa y calabaza en una olla a fuego bajo para entibiarlo y pongo el teléfono en altavoz para remover la comida con tranquilidad.
—Sabes que no puedo mantener mis manos lejos de ti, cariño —suelto una risita avergonzada al oírlo, es impresionante como logra hacerme sentir como una adolescente enamoradiza; incluso estando a kilómetros de distancia—, uy, me cosquillean las manos de solo pensarlo.
