~Chris Evans Fanfic~
Sigue a la familia Evans por diferentes etapas y momentos en sus vidas.
Desde su boda hasta los cumpleaños.
Desde los accidentes hasta las reuniones en la escuela.
Desde las noches familiares hasta los castigos.
Desde las citas...
Contexto: Antes del especial navideño, entre los meses de Agosto y Octubre.
Parece que eso fue hace bastante tiempo, we, lo siento como siglos atrás, pero no fue hace mucho.
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—No, no, no, solo un paquete de galletas para cada uno.
Niego con la cabeza escuchando las quejas de los niños, y luego sonrío al oír el regaño que Chris le da a Scott cuando el último les susurra a nuestros hijos que él compraría las galletas.
—Soy el tío consentidor, mi deber es consentir, Christopher... ¡suelta las galletas!
—Qué suerte que para ti lo más importante es tu biberón —le susurro a Harper, rascando su barriguita con mis uñas haciéndola reír—. Luego te convertirás en un pequeño monstruo como tus revoltosos hermanos.
—¡No somos monstruos! —Noelle se detiene frente al carrito de compras con las manos en las caderas, sus coletas sacudiéndose contra sus mejillas sonrosadas.
—¡Ni revoltosos! —André copia la pose de su hermana pero frunce el ceño y gira la cabeza a un lado buscando a su padre—. ¿Qué es revoltoso?
Cam suspira, como si no pudiese creer que su hermano no sepa algo tan básico como ser revoltoso, sin embargo, tampoco responde.
—Revoltoso es... el tío Scott —responde Chris encogiéndose de hombros.
Scott comienza a quejarse pero André se desternilla en risitas, señalándolo.
—Tío Scott revoltoso —se burla, y pronto Cam y Noelle le acompañan, riendo y cantando sobre como su tío es revoltoso.
Harper se ladea un poco intentando verlos desde su sillita en el carrito de compras pero lo olvida cuando le extiendo un paquete pequeño de M&M's, el cual no tarda en llevar a su boca.
—Debemos ir por los jugos —le recuerdo a Chris cuando pasa por mi lado para tomar más paquetes de M&M's.
Mi esposo hace un pequeño sonido de acuerdo y deja un beso en mi mejilla, abre un paquete de galletas, dándome una para luego girarse y darle una a cada pequeño, y a Scott.
Yo rompo mi galleta a la mitad, y le doy la mitad a la bebé regordeta, antes de comerme el otro pedazo.
Intentamos terminar de hacer el resto de las compras rápido, buscando lo que necesitamos para acampar cerca del lago, antes de que el otoño llegue a su final.
A lo largo de varios pasillos me percato de una figura que nos sigue bastante insistente pero que mantiene su distancia, no logro fijarme en muchos detalles, pero me mantengo tranquila, bien puede ser un fan de Chris que lo reconoció con su gorra y lentes de sol, o simplemente es otro comprador.
