~Chris Evans Fanfic~
Sigue a la familia Evans por diferentes etapas y momentos en sus vidas.
Desde su boda hasta los cumpleaños.
Desde los accidentes hasta las reuniones en la escuela.
Desde las noches familiares hasta los castigos.
Desde las citas...
Hay una canción arriba (preciosa, por cierto), que seránecesaria es un momentodeterminadomás adelantito, no es obligatorio escucharla, pero para más ambientación pos si 👍🏻👍🏻
Y el video tiene subtítulos y una edición muy linda de la peli Votos de Amor, que es bien linda, si no la han visto la recomiendo.
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La hora de dormir puede ser tan agotadora como un día entero, sobre todo si tienes cuatro hijos de diferentes edades que demandan tu tiempo.
La hora de dormir significa quejas sobre no tener sueño, intentos de escabullirse bajo la cama para no cepillarse los dientes, escapadas al estudio de mamá y papá para no tener que tomar un baño, chillidos de hambre y ladridos, porque todo el mundo hace escándalo y Dodger no es la excepción.
Y después de un día de trabajo, llevar a todos los niños a sus actividades, ayudarles con sus tareas, atender las necesidades de la pequeña llorona, vigilar que Dodger no haga nuevos hoyos en el jardín en busca de la ardilla que lo ha estado atormentado y evitar que Chris queme la cocina intentando hacer el almuerzo, simplemente estoy agotada.
Solo con ganas de tomar una ducha tibia, subir mis pies a un lugar alto y dormir hasta que el día de mañana llegue y tengamos que volver a empezar todo otra vez.
Pero; aunque cada día me deje más destruida que el día anterior, al ver a mis pequeños monstruos subir corriendo las escaleras mientras su padre les persigue amenazando con comer sus pies y Dodger arrastrándose mordiendo el pantalón de Chris para evitar que llegue a los niños, no cambiaría nada.
Son mi pequeño caos y lo adoro.
Me balanceo, una sonrisa tonta bailando en mis labios, mientras alimento a Harper, la cual está totalmente concentrada en extraer hasta la última gota de su biberón nocturno, sus hermosos ojos azules cerrándose con lentitud mientras el sueño la vence, ignorando completamente el ruido de su padre y sus hermanos.
—¡A la ducha, pequeños monstruos marinos!
—¡Yo quiero ser una sirena, papá!
—¡Yo un pirata! ¡Arg!
—¿Puedo ser un dinosaurio?
Suelto una risita que rápidamente callo cuando la bebé en mis brazos se remueve, abriendo sus ojos para lanzarme una mirada muy fácil de identificar.
Haz silencio y aliméntame, mamá, estoy intentando dormir.
Dejo un beso en su cabecita y ella inmediatamente cierra los ojos con un suave suspiro, mi pequeño y dulce amor.
