~Chris Evans Fanfic~
Sigue a la familia Evans por diferentes etapas y momentos en sus vidas.
Desde su boda hasta los cumpleaños.
Desde los accidentes hasta las reuniones en la escuela.
Desde las noches familiares hasta los castigos.
Desde las citas...
Ya sé que es tarde, ya sé, ya lo sé, pero la vida no me da para más, pido losiento.
Espero que lo disfruten
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—Bueno, hola —murmullo cuando la puerta se abre, sosteniendo la caja con las alitas de pollo y el helado de torta suiza—. Sé que dijiste que no hacía falta, pero tenía que reponer el último helado que me comí.
—Tontuela —farfulla Chris acercándose para darme un rápido beso antes de tomar la caja.
Entro a la casa, cerrando la puerta tras de mi antes de quitar mi abrigo y guardarlo en el armario a un costado, quedándome con mi enorme pantalón de pijama y un suéter.
—¿Estamos preparados para la pijamada con el... ¡bebé peludo! —mi pregunta queda en el aire cuando la bola de pelos vuela en mi dirección, ladrando y corriendo alrededor de mis pies—. Este sí es un bebé precioso, hola, East.
Me siento en el piso; dejando el helado a un lado, y apenas logro acariciar al perrito puesto que es bastante inquieto y solo corre y salta, subiendo a los muebles y luego regresando a mí.
—Eres todo un amor —murmullo cuando consigo tomarlo y llenar su cabeza peluda de muchos besos—. ¿Aún no obedeces a papá y subes a los sillones de igual modo?
—Y a las camas, no le importa cuánto le digo que no —ríe Chris luego de dejar la caja en la mesilla frente al sofá.
—Pero él es un bebé precioso que no hace nada malo —lleno a East de besos mientras le hablo con esa voz que ponemos cuando hablamos con los bebés—, es un pequeño alborotador.
—Es un tontuelo, con él ya tengo dos tontos a mi alrededor —se burla mi novio sentándose a mi lado.
—¿Él y tú? —lo codeo.
—East y Scott —ríe y se acerca para dejar suaves besos que descienden desde mi oreja, pasando por mi mejilla hasta la comisura de mis labios.
—Cuidado, Christopher, hay un bebé presente —East parece ajeno a nosotros, simplemente disfruta de la atención mientras corre por el salón.
—Bien, pero tendré que cerrar la puerta de la habitación esta noche —su mirada pícara hace que mi vientre empiece a cosquillear, su mano sube a mi mejilla y sonrío cerrando los ojos antes de que sus labios envuelvan los míos con suavidad pero al mismo tiempo siendo profundo.
Me besa con calma, puedo sentir su beso pulsar en todo mi cuerpo, no intenta volverlo apasionado pero yo estoy aferrándome a su camisa intentando acercarlo todo lo posible, siento su sonrisa presionada contra mi boca antes de que se aleje.
