nueve

1.8K 220 9
                                    





Scott había llegado minutos después, se había encontrado a la madre de Nora por los pasillos, esta le había preguntado que hacía en el hospital a esas horas y él mintió, diciéndole que tenía que entregarle algo a su madre. Sin que nadie lo viera, subió al elevador hasta el piso en donde se encontraba la Morgue, en la cual Stiles y Nora lo estaban esperando.

—¿ Sabias que tu madre ha vuelto? —preguntó el lobo apenas entró a la sala y la vió.

—No, supongo que no me dijo nada para ¿sorprenderme mañana?— se encogió de hombros — No lo sé, pero ustedes me ayudarán a salir de aquí sin que me vea, ¿entendido?— Nora observó a sus dos amigos mientras estos le daban el si con sus cabezas— Ahora lo importante, Stiles...

—Claro, Scott mira las heridas, fueron hechas por una soga o una cuerda, murió estrangulado — explicó mientras corría la manta del cadáver solo por la parte del cuerpo para luego volver a taparlo.

—Entonces, ¿ quizás Boyd y Cora no mataron a nadie? — preguntó el lobo algo aliviado.

—Desearás que sí — le dijo Stiles, el lobo lo miró extrañado.

—¿ Por qué?

—Aún no estoy seguro. La otra chica que estaba en el bosque, Emily, al final, la encontrarán. Ella es uno de ellos — explicó Stiles seriamente — Emily, Heather, el chico que Lydia encontró en la piscina, los tres eran vírgenes.

—Todos ellos tendrán las mismas heridas, estrangulamiento, cuello desgarrado, cabeza abierta. Horrible, lo sé — admitió Nora.— Se llama muerte triple, al principio no pensamos que fuera cierto, pero al hablar con la chica con la que estaba Emily, todo concuerda.

—Si no son homicidios al azar, ¿ qué son? — preguntó el lobo.

—Sacrificios — admitió Stiles — Sacrificios humanos.


                                      *


Después de haber hecho todos los malabares posibles para salir del hospital sin ser vista por su madre, Nora se encontraba fuera de su casa debatiéndose si entrar por la puerta delantera y posiblemente, encontrarse con su padre o ir al patio trasero, escalar como sea la pared y llegar hasta su cuarto. Minutos después de haberlo pensado bien, Nora se dirigió al patio trasero, no encontraba ninguna escalera o algo que le sirva para llegar hasta su ventana hasta que se dió cuenta de algo.

—¡Soy una bruja!—exclamó mientras se daba un golpe en la frente—puedo hacer aparecer una escalera—dicho eso, con tan solo un chasquido de dedos, una escalera suficientemente alta había aparecido frente a ella— Soy una genia —dijo sonriendo mientras subía las escaleras. Llego hasta la ventana de su habitación y como siempre, las ventanas de Nora parecían estar abiertas, no era muy seguro de su parte pero le gustaba sentir el aire fresco mientras descansaba. Una vez adentro, notó que alguien estaba sentada de espaldas a ella en su cama, la pelirroja estaba asustada no sabía que hacer, uno porque no sabía quién era y dos, no podía ir por el mundo haciendo magia y que todos se enteren, así que hizo lo que una chica normal haría en esa situación: Gritar.
La mujer se sobresaltó al escuchar a Nora gritar, de repente la puerta se abrió dando paso al padre de la pelirroja, el cual parecía preocupado. Nora al verlo, corrió hacia él— ¡Papá, hay una extraña mujer en mi cuarto! — exclamó, Nora esperaba que su padre hiciera algo al respecto, era un oficial, pero él sólo compartió miradas con la mujer — ¿Papá? ¡Haz algo!

—Nora, tranquilízate — ordenó su padre.

—¿ Qué me tranquilice? — preguntó incredula—  Hay una extraña señora en mi habitación, ¿cómo se supone que este tranquila?

Stronger| [tw] s.s (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora