—¿Qué tal el pastel? —Marianne, la madre George le preguntaba a su invitada mientras esperaba una afirmación de su parte.
—Muy rico. —Grace dijo tratando de tragar el bocado para poder responder.
—¿Otra rebanada? —La madre de George ya estaba dispuesta de colocarlo en su plato pero Grace sabía muy bien que estaba por reventar.
—No, muchas gracias, estoy muy bien. —Era cierto.
La familia de George había preparado una pequeña pero hermosa fiesta sorpresa.
Había globos y dibujos que sus sobrinos le habían hecho, algunas serpentinas. Por lo que Grace entendía, George no venía seguido a su casa por el trabajo, lo que había escuchado era que la última vez que los había visitado había sido hace tres años, cosa que jamás se le había complicado a ella, pero entendía que algunas personas tenían que balancear su vida laboral con la personal.
De hecho, la familia de George parecía ser una familia muy unida, inclusive a ella la habían recibido de maravilla, por un momento se le olvidó que era una extraña en esa casa.
Toda su casa era acogedora, la chimenea estaba encendida y por dentro estaba decorada, ella creía que por Marianne, de una forna que te hacían sentir como en casa, sin importar que no vivieras ahí.
Grace había aprovechado que no se habían tenido que sentar en el comedor para cenar y se fue a un rincón esperando no molestar a nadie, además desde ahí podía ver todo.
—Es muy bueno tenerte aquí. Toda mi familia está reunida. —El padre de George decía con una sonrisa de oreja a oreja mientras colocaba un brazo sobre su hijo.
Los hermanos de George se dedicaron a ponerlo al corriente con sus respectivas vidas, como les iba a ellos en sus trabajos, el crecimiento de sus hijos, y una que otra historia de conocidos de la familia, lo molestaban y Grace se había percatado de que le lanzaban miradas curiosas, algunas de las esposas de los hermanos Samuels se habían acercado amablemente a ella para una plática casual, el clima, las noticias etc, luego de cumplir con su deber con la invitada se retiraban.
—Y dinos Grace, ¿que te trae a la humilde morada de la familia Samuels? —el hermano mayor de George, Pierce, le hizo la plática haciendo que el cuarto se quedara en silencio para escuchar la respuesta.
—Bueno, es que yo... —Grace se quedó helada, sabía la historia que George le había contado a su madre pero no estaba segura de que ella la repetiría. Como pudo buscó a George con la mirada para que le ayudará.
—Yo la invite. —George intervino de inmediato notando que su compañera necesitaba ayuda. —Grace tenía planes que se cancelaron de último minuto, iba a salir con unos amigos del país y aprovechó para mandar a remodelar su departamento y en esas remodelaciones se rompieron unas tuberías, entonces al cancelarse, fue obvio que no podría vivir ahí, así que le dije, tú nunca has celebrado Navidad si no la pasas con los Samuels.
Los espectadores estaban incrédulos, no es que George no fuera una buena persona, es que todo mundo sabía que no invitabas así porque sí a cualquier persona en especial en las fiestas. Pero prefirieron no decir nada y asentir. Todos menos uno.
—¿Y tú familia? ¿Por qué no la pasas con ellos? —Ahora el hermano menor, Charlie, era el que había abierto la boca, causando que su madre lo golpeara, porque no era algo que se preguntaba, además en el camino ella había entendido que Grace no tenía una buena relación con su familia, y cada quien tenía sus razones para no pasar Navidad con su familia, y Grace era una de ellas.
En ese momento, la castaña quiso desaparecer, esto se había tornado increíblemente incómodo. Y más con todos los pares de ojos sobre ella.
—Bueno yo... —De nuevo la falta de respuesta, y esta vez George no podría ayudarla creando una historia.
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Deudas Pendientes /Libro 1/
FanfictionGrace Bloom y George Samuels son compañeros de trabajo que se ven en la situación de pasar las fiestas juntos. ¿Acaso será el muérdago en el techo lo que afecte a estos dos? o simplemente es el espíritu navideño.