Capítulo 12

406 28 1
                                    




George llevaba varias veces yendo y viniendo, tratando de completar el desayuno que estaba preparando, había tirado un sartén por accidente, y quemado dos intentos de omelette.

—Hijo, ¿qué es todo ese ruido? —Collin decía mientras todavía se estaba despertando.

—Hola, intento hacer un desayuno.

—¿Desayuno? Tenemos suficiente pavo para la semana, y eso que tus hermanos se llevaron ayer.

—Ag, no me hables de esos traidores. —George seguía resentido por cómo habían jugado con él la noche anterior.

—Entonces no te gustará lo que te diré. —Collin tomó un vaso de agua y se sentó a comerse el omelette que claramente no era para él.

Collin podría no decir muchas cosas pero se daba cuenta de todo lo que pasaba en su casa, y sabía que Grace y George habían tenido una pequeña riña.

—¿Qué?

—Se llevaron a Grace está mañana, al parecer irían a ver el desfile de despedida de Santa que hacen todos los años, Lucy insistió en invitarla, al parecer causó gran impacto en ella. Te quisieron despertar, pero no sabían si estarías de humor para salir. Me dijeron que podías unirte si así lo querías. —Collin ya estaba a punto de terminar el omelette.

—¿¡Qué!? —George estaba que le hervía la sangre, sus hermanos no se cansaban de hacerlo sufrir.

—Esto está crudo George, no creo que le hubiera gustado. —Collin le gritó a su hijo que subía las escaleras a toda velocidad.

Marianne iba saliendo con una bata cuando vio a su hijo como un rayo meterse a su habitación. Bajo y se encontró a su esposo terminando de comer.

—¿Qué es eso? —Preguntó de mala manera. 

—Un desayuno de reconciliación.

—Vaya, ¿siguen molestos?

—Supongo que a Grace no le pareció que George trajera a Julia.

—Ash, ni me lo digas. —Marianne comenzó a sacar un poco de recalentado. —Y deja de comerte eso, hasta acá puedo ver que está crudo.

Estaba por responderle a su esposa cuando escucharon cómo bajaban las escaleras corriendo.

—¡Vuelvo al rato! No me esperen. —Y sin esperar respuesta se abrió la puerta y se cerró casi al instante.

—Espero que la castaña lo haga sufrir un poco, merece que lo castiguen por cómo se comportó anoche. —Marianne dijo y Collin rió divertido.

—Eres malvada, mujer. Ahora dame un poco de ese pavo que creo esto me cayó mal. —Collin se levantó para ir a tirar lo que fuera que su hijo había cocinado.

Grace había despertado temprano y había recibido un mensaje por parte de Elaine, diciendo que pasarían por ella, que querían los niños ir a ver un desfile que organizaba la ciudad todos los años. Duraba poco, pero siempre daban dulces a los niños y todo el mundo la pasaba muy bien.

Y efectivamente, eso fue justo lo que pasó. Grace estaba junto a Lucy, la hija de Nick. Al parecer la chica le había tenido cierto apego y no se separaba de ella, le contaba todas sus aventuras y le enseñaba el pueblo. Estaba a punto de seguirle el paso cuando sintió como Charlie se acercaba a ella.

—No entiendo cómo puedes estar como si nada. —Fue lo que le dijo al alcanzarla.

—¿A qué te refieres?

—Ayer estuvimos solo 20 minutos deslizándonos en la nieve y siento como si un camión me hubiera atropellado, me duele todo.    

—Eso es porque ya estás viejo. —Grace dijo divertida.

Deudas Pendientes /Libro 1/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora