Los días siguientes, 22 y 23 de Diciembre la pasaron completamente tranquilos y eso porque había ocurrido una tormenta de nieve, Ni Grace ni George tenían ganas de pelear y ambos lo agradecieron, fueron días muy tranquilos, haciendo encargos de Marianne y Colin dentro de la casa, nadie salió durante esos días por la tormenta y Grace lo agradecía.
El 24 la tormenta se detuvo y dejó los caminos abiertos de nuevo. Como ya era costumbre, los 4 estaban desayunando en pijama y más abrigados de lo normal.
—Grace y yo tenemos mucho por hacer hoy. —George habló comenzando un nuevo tema causando la sorpresa de todos en la mesa.
—¿Ah sí? —La castaña no sabía nada de eso.
—Sí, iremos a comprar regalos para los niños. Lo hubiéramos hecho antes pero la tormenta no nos lo permitió, así que será mejor apresurarnos, solo espero todavía haya juguetes.
—Cierto, ¿Georgie ya te explicó como celebramos las fiestas aquí? —Colin le preguntó a lo cual ella negó.
—¿Cómo así, George? —Marianne lo reprendió. —Anda, explícale.
—Mira, hoy 24, cada quien se concentra en los últimos detalles, por su parte. Y mañana el 25, comenzamos a abrir los regalos en la mañana y comenzaremos a cocinar, para el gran banquete en la noche. Normalmente nos turnamos en que casa cenaremos, esta vez, les tocó a mis padres, así que todos vendrán el 25 por la mañana. ¿Tú celebras Navidad? o...
—No, no, sí celebro la Navidad. Y suena un plan increíble.
—Exacto, es por eso que tú y yo irémos a comprar unos regalos y dejaremos a mis padres para que terminen los de ellos. Las tiendas estarán a desbordar, pero al menos lo de la cena para mañana está comprado y listo para cocinarse.
—Me parece bien. —Grace después de ese comentario terminó el desayuno en silencio como el primer día.
Seguían sintiéndose nerviosa. Se la pasaba repasando cómo se había sentido al verlo hablando con su ex y sus manos entrelazadas. Y el porqué le había afectado tanto. Pero si iba a pasar todo el día con él, tenía que calmarse y dejar todo eso de lado. Además, no podía arriesgarse a que George volviera a insinuar que estaba celosa, no dejaría que él la afectara de esa manera.
Después del desayuno, el cuál ya también era costumbre, subió a ordenar los últimos detalles y tomar un baño, pero más que nada, a prepararse mentalmente y alistarse. Bajó y se encontró con qué George aún no salía de su habitación. No pasó mucho tiempo para que él se uniera.
El camino a la plaza había sido en silencio, pero no de esos silencios incómodos, o al menos eso pensaba George. Mientras que Grace trataba de no decir algo indebido o algo que arruinara el día.
—Vale, te explico como estan las cosas, mi hermano mayor Pierce, tiene 2 hijos pero ellos ya tienen aproximadamente entre 13 y 10 años así que les compraré tarjetas de regalo, luego sigue Nick con 3 hijos, de 10, 8, y 7 años, a ellos todavía les siguen gustando los juguetes, espero. Y por último, los dos niños de Simón que ya conociste, tienen entre 6 y 5. Y realmente espero no equivocarme con las edades. —Grace había tratado de anotar todo mentalemente, pero además de los niños de Simón no había tenido la oportunidad de ver a los otros pequeños. Cuando ellos llegaron solo habían sido recibidos por sus hermanos y sus parejas. —Además, supongo que tengo que comprar algo para mis hermanos, el de mis padres ya lo tengo y creo será todo.
—¿Crees que nos de tiempo?
—Mi plan es dividirnos y conquistar. —George se estacionó y ambos bajaron de la camioneta. —Tú podrías ir por las tarjetas de regalos de Xbox, luego por un set de LEGO de preferencia de la película de Jurassic World o algo de dinosaurios, una muñeca de la serie Monster High llamada Cleo. —Grace anotó eso en su celular. —Yo iré a los instrumentos, ya que dos de mis sobrinos quieren iniciar una banda como nos dijo Nick y apuesto que estará agradecido por mi buen acto, y como no estaré aquí para escucharlos, no me molesta comprarles lo que quieren y luego iré a ver que les compraré a mis hermanos.
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Deudas Pendientes /Libro 1/
FanfictionGrace Bloom y George Samuels son compañeros de trabajo que se ven en la situación de pasar las fiestas juntos. ¿Acaso será el muérdago en el techo lo que afecte a estos dos? o simplemente es el espíritu navideño.