Capítulo 6

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Antes de irse a dormir, Grace se había sentido un poco mal, tenía un malestar en el estómago, pensó que había sido la comida, tal vez algo le había caído mal, así que se colocó su pijama y cerró los ojos hasta quedarse dormida, no sin antes tomarse un ibuprofeno que siempre llevaba en su bolsa.

Al parecer Grace había tenido un mal sueño porque se había despertado llena de sudor y muy incómoda. Se levantó para ir al baño y mientras entraba y veía su reflejo en el espejo medio adormilada sintió sus piernas ligeramente húmedas, oh-oh.

Tomó papel y se limpió, se quitó el pantalón de pijama y lo comprobó, su periodo había llegado, por estar estresada no le había importado que se hubiera tardado unos días más. Se limpió como pudo limpiando el desastre y corrió a ver si había manchado las sábanas, afortunadamente, no porque había dormido destapada boca abajo, y lo agradecía mentalmente. Después fue a su maleta y espero que Mary hubiera metido toallas o tampones, pero nada. Cerró los ojos y respiró esperando calmarse un poco.

Tomó otra pijama y ropa interior y regresó al baño a lavarse y cambiarse. Luego busco a ver si de casualidad había algo que pudiera ocupar pero no, solo se colocó papel extra.

Revisó su celular y eran las 4 de la mañana y por la ventana se veía que todo estaba oscuro.

Abrió la puerta y trató de no hacer ruido, y fue en puntitas hasta el cuarto de visitas, para revisar si de pura casualidad si encontraba algo en los cajones o en la cómoda, pero nada.

Ya sin saber qué hacer se regresó al baño por última vez se colocó más papel, regresó al cuarto y sacó el poco efectivo que traía y por su celular buscó la tienda 24 hrs más cercana pero a pie eran más de 45 min y con el frío no iba a exponerse de esa manera. En voz baja dijo para ella misma, no se juega con el frío de Minnesota.

Sabía que no podía esperar más porque tenía miedo de manchar algo, además de que no se había sentado en ningún lugar por el mismo miedo.

La castaña salió de nuevo y con la luz de su celular caminó todo el pasillo hasta llegar a la puerta de George, donde tocó varias veces sin recibir respuesta alguna. Grace pensó que si de por sí en la mañana le costaba despertarse más ahorita. Luego pensó en su mal humor después de la cena, pero no le importó, ella tenía una urgencia.

Entró y encontró la cama vacía, Grace estaba confundida hasta que sintió una figura detrás de ella. Se movió rápido y casi grita si no es porque George le pone la mano en la boca.

—¿Acaso siempre tienes que entrar a mi cuarto, loca?

—No es mi culpa que jamás respondas las puerta. —Ambos hablaron en susurros.

—Escuche tus pasitos desde hace rato, estaba trabajando en algo.

—¡Son las 4 de la mañana! —Grace respondió sorprendida. —¿Qué es tan importante para hacer a estas horas?

—Soy una persona nocturna. —George alzó los hombros sin importancia. —Ahora, ¿qué haces en mi cuarto? ¿Te sentiste sola? —Preguntó de manera divertida.

Afortunadamente estaban a oscuras solo con la linterna del celular de Grace, porque si no, hubiera visto el pequeño sonrojo en las mejillas de Grace. Pero no por su comentario, sino porque se había dado cuenta de que estaba sin playera, y cuando trató de verlo a la cara vio su cabello desordenado y unas ganas de acomodarlo se apoderaron de ella pero se resistió.

—No, necesito ir a un seven eleven o lo que sea.

—¡¿A las 4 de la mañana?!

—Soy una persona nocturna. —Repitió lo que él le había dicho. —Por favor es una emergencia.

Deudas Pendientes /Libro 1/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora